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domingo, 26 de octubre de 2025

Dip de Remolacha y Yogur Griego

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¿Buscas algo distinto para picar? 💕

Este dip de remolacha y yogur griego es de esos que enamoran a primera vista (¡ese color lo dice todo! 💖).

Tiene una textura cremosa y un sabor ligeramente dulce y al mismo tiempo fresco que lo hacen exquisito. Su color fucsia lo hace muy atractivo a la vista. Es una alternativa al hummus, al Tzatziki, al Htipiti y al Baba Ganoush, y es perfecto como snack saludable o como aperitivo de una comida o cena de varias personas.

Se puede tomar con panes planos como pan de pita o pan naan, con rebanadas de pan tostado, con rodajas de baguete tostadas, con galletas saladas o crackers, con crudités como palitos de pepino, de apio u hojas de endibia, o bien a cucharadas :-). Nosotros lo hemos acompañado de nuestro pan naan de harina de garbanzo y leche de coco.


Sobre los ingredientes...


La lista completa de ingredientes y las cantidades exactas la puedes encontrar en la versión imprimible de la receta más abajo ⬇️. Aquí te contamos algunas curiosidades sobre los ingredientes y cuál es su papel en la receta.


La remolacha, también conocida como betabel en algunos países de América Latina, es una raíz comestible de color rojo oscuro o morado intenso, perteneciente a la especie Beta vulgaris. Se cultiva principalmente por su raíz, aunque sus hojas (conocidas como acelgas o hojas de remolacha) también son comestibles y nutritivas.

Tiene pocas calorías y es rica en vitaminas (A, C, B6 B9), minerales (hierro, potasio, magnesio, fósforo y manganeso) y fibra, que contribuye a la salud de la microbiota intestinal. Sin embargo, lo más interesante desde el punto de vista nutricional son los compuestos que le dan su color rojizo tan característico: las betaínas. Las betalaínas son antiinflamatorias y antioxidantes y, además, favorecen la desintoxicación hepática.

La remolacha también contiene nitratos naturales, que se convierten en óxido nítrico en el cuerpo y ayudan a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando la presión arterial y el flujo sanguíneo. También pueden mejorar la resistencia física y el uso eficiente del oxígeno durante el ejercicio.

Es esta receta, la remocha se utiliza cocida. Es muy fácil encontrarla en este formato en los supermercados, envasada al vacío.


El segundo ingrediente de la receta por orden de importancia en el yogur griego. El yogur griego contrarresta el sabor dulce de la remolacha y aporta cremosidad a la mezcla. Debe ser yogur griego natural, es decir, sin azúcar y sin otros ingredientes o sabores añadidos, y no debe sustituirse por yogur natural normal, ya que este último es más ácido y más líquido (menos cremoso) y el resultado no sería el mismo.

Se utiliza ajo crudo para dar sabor al dip. La cantidad de ajo debe ser suficiente para que aporte sabor, pero debe sobresalir sobre el resto de sabores.

Se utiliza un poco de zumo de limón recién exprimido como conservante, por sus propiedades antioxidantes, y también para equilibrar los sabores.

Asegúrate de utilizar un aceite de oliva virgen extra que sea de buena calidad, ya que va a contribuir a que el resultado final de la receta sea mejor.

Por último, ponemos pistachos y semillas de sésamo para aportar un punto crujiente al dip. También se pueden utilizar otros frutos secos u otras semillas en su lugar, como por ejemplo nueces o semillas de amapola o de calabaza.

Sobre la forma de prepararlo...


La versión imprimible de las instrucciones de la receta y el vídeo paso a paso de la receta los puedes encontrar más abajo ⬇️.

La forma de prepararlo es muy fácil. Sólo hay que tener en cuenta que se necesita un robot de cocina, o procesador de alimentos, o bien, el accesorio picador de una batidora.

Cómo procesar el dip de remolacha


La forma resumida sería decir que sólo hay que poner todos los ingredientes en un procesador de alimentos y triturar. Sin embargo, hay algunos matices que hay que tener en cuenta:

- Si el procesador de alimentos no es muy potente, es probable que el ajo no quede perfectamente triturado y se noten pequeños trozos de ajo entre la crema de remolacha. En este caso, lo mejor es machacarlo en un mortero con un poco de sal hasta obtener una pasta y añadirlo al procesador de alimentos así (en forma de pasta), ya que queremos una crema lo más fina que sea posible.

- Por otro lado, a veces es difícil medir la cantidad de ajo para que su sabor fuerte no enmascare al resto. Para los amantes del ajo, esto no es un problema, pero, si eres una de esas personas a las que no les gusta demasiado el sabor fuerte del ajo crudo, querrás asegurarte de que no te excedes con la cantidad. En este caso, machaca el ajo en el mortero y añade al procesador sólo 1/2 cucharadita (de postre) rasa. Con esta cantidad su sabor no debería sobresalir sobre el resto. Si tras probarlo, piensas que admite un poco más, puedes añadir una pequeña cantidad adicional.

- A la hora de triturar los ingredientes, será necesario hacerlo de varias veces. Me explico: Cuando tritures la primera vez, habrá trozos grandes que se quedarán pegados a las paredes del procesador. Es necesario bajar esos trozos y volver a triturar. Y habrá que repetir estos dos pasos hasta tener una pasta homogénea muy suave con una textura sedosa.

Una vez hecho, mantenlo en la nevera hasta el momento de servir.

Cómo emplatar el dip de remolacha


Se sirve en un plato llano y se le da forma de disco plano con ayuda de una cuchara. Se hacen movimientos circulares con ella y se presiona intencionadamente para dejar algunos surcos. Estos surcos ayudarán a que el aceite de oliva se quede acumulada en ellos.

Después se riega con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y se espolvorea con pistachos y sésamo, o bien, otros frutos secos o semillas a tu gusto.

Sobre su conservación...



Este dip se puede preparar con antelación y conservarse en la nevera hasta el momento de consumirlo. Se conserva en buen estado durante 3-4 días en la nevera tapado con plástico de cocina o film transparente para que no se seque. Con las bajas temperaturas se pondrá un poco rígido, así que recuerda sacarlo de la nevera unos 30 minutos antes de consumirlo para que recupere su textura más fluida y más suave.


Aquí os dejo el vídeo y la versión imprimible de la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan los entrantes? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de  Recetas de entrantes.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:


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Este dip de remolacha y yogur griego es de esos que enamoran a primera vista. Tiene una textura cremosa y un sabor ligeramente dulce y al mismo tiempo fresco que lo hacen exquisito. Su color fucsia lo hace muy atractivo a la vista. Se puede tomar con panes planos como pan de pita o pan naan, con rebanadas de pan tostado, con rodajas de baguete tostadas, con galletas saladas o crackers, con crudités como palitos de pepino, de apio u hojas de endibia, o bien a cucharadas :-). Nosotros lo hemos acompañador de nuestro pan naan de harina de garbanzo y leche de coco.

INGREDIENTES:
  • 400 g de remolacha cocida
  • 120 g de yogur griego
  • Entre 1/2 y 1 cucharadita de ajo machacado en el mortero
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto

Para servir:
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • Pistachos picados
  • Semillas de sésamo


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Machaca en el mortero 1 diente de ajo pequeño.
  2. Pon todos los ingredientes en el accesorio picador de la batidora o en un robot de cocina. Comienza poniendo 1/2 cucharadita de ajo machacado. Tritura hasta tener una crema de textura fina.
  3. Baja los restos que se habrán quedado en las paredes con ayuda de una cuchara o espátula. Tritura de nuevo unos segundos más para que se integren con la mezcla.
  4. Rectifica de sal y de ajo si es necesario. Trituta de nuevo para que se mezcle.
  5. Viértelo en un plato llano. Dale forma de círculo con una cuchara y deja surcos con la cuchara (puedes ver cómo hacerlo en el vídeo de la receta).
  6. Riégalo con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y espolvoréalo con pistachos troceados y semillas de sésamo.
¡Y a disfrutarlo!


INFORMACIÓN NUTRICIONAL:
*) Los valores de nutrientes son un cálculo aproximado por ración.
**) No incluye los valores de sodio procedente de la sal añadida, ya que la cantidad depende del gusto de cada uno.


domingo, 1 de diciembre de 2024

Pan Naan de Harina de Garbanzos y Leche de Coco (Vegano, Sin Gluten)

Pan Naan de Harina de Garbanzos y Leche de Coco (Vegano, Sin Gluten)
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Esta es una versión vegana y sin gluten del pan naan indio. Es una receta muy fácil y, como no lleva levadura de panadería, no hay que esperar a la fermentación y, por tanto, puede estar hecho en 20 minutos.

¿Qué es el pan naan?


El pan naan es un tipo de pan plano tradicional de la cocina india y de otras partes de Asia Central y el Medio Oriente. Su textura es suave, esponjosa y ligeramente elástica, con un exterior dorado y a menudo un toque ahumado, ya que se cocina en un horno tandoor (un horno cilíndrico de barro que alcanza altas temperaturas) o en una sartén.

El naan se elabora con una masa de harina de trigo, agua, yogur y levadura, lo cual le da su consistencia suave y aireada. A veces se enriquece con mantequilla o ghee (mantequilla clarificada), y puede incluir otros ingredientes, como ajo, hierbas, queso, o incluso un relleno de papas, para añadir variedad de sabores.

Nuestra receta es una versión vegana sin gluten del pan naan tradicional, en la que la harina de trigo de sustituye por harina de garbanzo, el yogur se sustituye por leche de coco acidificada con zumo de limón y no incluye levadura.

Al no tener gluten, no es tan elástico como el pan naan tradicional, pero cumple las mismas funciones y está muy rico :-)

Formas de consumir el pan naan


El pan naan se consume de muchas maneras y es un acompañamiento muy versátil en la cocina india. Aquí te dejamos algunas ideas para tomarlo:

- Con curries: el naan es ideal para acompañar platos de curry, ya que se usa para "mojar" y recoger las salsas, siendo un sustituto del arroz en este rol. Te recomendamos probarlo con nuestros curries:

Pollo al Curry de Pimienta Verde (Murgh Mirchiwala)

Malai Chicken (Pollo con Curry de Crema y Especias Suaves)

- Como base de bocadillos: se puede usar como base para wraps, donde se rellena con vegetales, carnes o salsas como raita (una mezcla de yogur y pepino).

- Con dips: el naan se corta en trozos y se sirve con dips como chutney, hummus o baba ganoush.

- Sólo como aperitivo o como acompañamiento: algunas variedades de naan están rellenos de ingredientes adicionales como ajo, queso, o frutos secos. Estos se sirven sólos como aperitivo o como acompañamientos.

Pan Naan de Harina de Garbanzos y Leche de Coco (Vegano, Sin Gluten)

Sobre los ingredientes...


La lista completa de ingredientes con sus cantidades exactas e información nutricional la puedes encontrar en la versión imprimible de la receta más abajo ⬇️. Aquí te contamos algunas curiosidades sobre los ingredientes y cuál es su papel en la receta.

La harina de garbanzos es una harina elaborada a partir de garbanzos secos molidos. Tiene una textura fina y un color amarillo pálido debido al propio color de los garbanzos. Su sabor es suave y recuerda al de la nuez. Es libre de gluten, alta en proteínas, rica en fibra y con bajo índice glucémico.

De todas las harinas sin gluten, con la harina de garbanzo es con la que se consigue una textura más parecida a la de la harina de trigo. Tiene la capacidad de absorber agua y actúa como aglutinante ayudando a ligar los ingredientes en las recetas sin gluten y las recetas sin huevo.

No se puede sustituir por otras harinas, porque la receta está pensada para utilizar únicamente este tipo de harina. Con otras harinas la receta no quedaría bien.

Ingredientes

La leche de coco es un ingrediente muy utilizado en la cocina del Caribe (Colombia, Panamá, Venezuela, Puerto Rico, Ecuador, República Dominicana) y la cocina de Asia (Malasia, Indonesia, Filipinas...).

Se suele encontrar en los supermercados envasada en latas. No hay que confundirla con el jugo o agua de coco, que es el líquido que se encuentra en la cavidad interna de los cocos.

La leche de coco está hecha con agua y coco rallado muy fino. Tiene una textura espesa, densa y muy cremosa. Va muy bien con los currys, ya que da suavidad y contrasta con el sabor más fuerte de las mezclas de especias que llevan. En los currys más picantes, la leche de coco ayuda a suavizar el sabor demasiado picante.

Es importante agitar bien la lata antes de abrirla, ya que la leche de coco tiende a separarse quedando en el fondo de la lata la parte más densa.

¿Puede sustituirse la leche de coco por otro tipo de leche? La respuesta es sí. Puede sustituirse por otra leche vegetal o incluso leche de origen animal, si no sigues una dieta vegetariana. Pero hay que tener en cuenta que otros tipos de leche no son tan densas como la leche de coco y la masa va a quedar mucho más pegajosa y será más difícil de manipular. En este caso, será necesario espolvorearla con harina de garbanzo para manipularla.

Utilizamos zumo de limón recién exprimido para acidificar la leche de coco y conseguir así algo parecido al yogur, que es uno de los ingredientes fundamentales del pan naan original. Puede sustituirse por vinagre de vino blanco.

Para que el pan crezca y esté esponjoso, utilizamos una mezcla evadura química de repostería y bicarbonato sódico.

La levadura química de repostería es una levadura que se comercializa en forma de polvo blanco. Puede encontrarse en sobres o bien en botecitos pequeños. La marca más famosa que la comercializa es Royal. Por este motivo, este tipo de levadura también es conocida como levadura Royal. Sin embargo, hoy en día la comercializan muchas otras marcas comerciales.

A diferencia de la levadura de panadería, que está formada por organismos vivos y que actúa durante un proceso de fermentación previo al horneado, la levadura química de repostería se activa con el calor del horno y no necesita fermentación previa.

El bicarbonato sódico, también conocido como soda, sirve para potenciar la acción de la levadura química. Cuando se mezcla con el ácido del zumo de limón se produce una reacción química que hace que la masa del pan quede más esponjosa.

Pan Naan de Harina de Garbanzos y Leche de Coco (Vegano, Sin Gluten)

El Psyllium Husk, también conocido como cáscara de psyllium o ispágula, es la capa exterior de las semillas de la planta Plantago ovata, originaria de Asia. Esta cáscara es rica en fibra soluble y es conocida por su capacidad para absorber agua y formar un gel viscoso. Se puede encontrar en escamas o en polvo. En esta receta se usa psyllium husk en polvo.

En recetas sin gluten, el psyllium husk se utiliza para mejorar la textura y la elasticidad de las masas, ya que imita las propiedades cohesivas del gluten ayudando a mantener los ingredientes juntos y evitando la separación de líquidos.También ayuda a mantener la humedad y proporcionar una textura más suave y esponjosa en productos horneados como panes, muffins y pasteles.

El aceite de oliva virgen, además de aportar sabor, hace que la masa sea más suave, moldeable y elástica. Asegúrate de utilizar un aceite de oliva virgen de buena calidad.

Sobre la forma de prepararlo...


La versión imprimible de las instrucciones de la receta y el vídeo paso a paso de la receta los puedes encontrar más abajo ⬇️.

Cómo preparar la masa


Para preparar la masa del pan naan, se empieza añadiendo a la leche de coco el zumo de limón y se deja reposar 5 minutos para que se acidifique.

Mientras tanto, se mezclan en un recipiente todos los ingredientes secos dando vueltas con una cuchara y se hace un hueco en el centro. A continuación se añaden los ingredientes húmedos en el hueco (la leche de coco acidificada y aceite de oliva) y se mezcla dando vueltas con una cuchara.

Al principio será muy fácil, pero la masa empezará a espesar y llegará un momento en el que sea imposible seguir dando vueltas. En ese momento, se presiona con la parte de atrás de la cuchara para que todos los ingredientes secos se humedezcan y la masa se una.

Será necesario dar vueltas a la masa pasando la parte de abajo hacia arriba, metiendo la cuchara hasta el fondo, para asegurarse de que no queda harina seca en el fondo que no se haya integrado con la masa.

Instrucciones de la receta

Cuando la masa se haya unido, hay que dejarla reposar 2 minutos para dar tiempo a que el Physillium Husk absorba el líquido.

En el vídeo de la receta, más abajo ⬇️, puedes ver la textura que debe tener. Debe ser tan espesa que se no pierda su forma fácilmente. Es decir, que si le intentas dar forma de bola, la forma se conserve.

Después del tiempo de reposo, se coloca la masa sobre film transparente, se envuelve y se moldea con las manos para formar una bola. Hay que alisar la superficie de forma que no queden grietas.

Si se han medido bien las cantidades de los ingredientes, la masa no debería ser excesivamente pegajosa y no debería quedarse pegada al film. Si ocurre, espolvorea el film con harina de garbanzos, o bien, píntalo con aceite de oliva.

Hasta aquí os hemos contado la forma de preparar la masa sin mancharse la manos, pero otra opción es amasar con las manos hasta tener una bola.

Cómo dar forma al pan


La bola se aplasta ligeramente formando un disco y se corta con un cuchillo en 3 trozos iguales. Cada uno de ellos servirá para hacer un pan de 15-16 cm de diámetro.

Para darles forma de pan, se empieza formando una bola, se pone entre 2 láminas de film transparente y se aplasta con las manos formado un disco lo más grande posible. Cuando sea dificil estirarlo más con las manos, entonces se utiliza el rodillo hasta llegar a los 15-16 cm de diámetro.

Instrucciones de la receta

Cómo cocinar el pan


Antes de cocinar los panes hay que pintarlos ligeramente con aceite de oliva por ambos lados.

Los panes se cocinan de uno en uno, en una sartén pintada ligeramente con aceite de oliva. Es importante que no haya demasiada aceite, ya que, de lo contrario, quedarían fritos y no queremos eso.

El fuego debe ser entre medio y alto para que se cocinen rápidamente y no queden secos.

Se ponen en la sartén cuando ésta está bien caliente. Para saber cuándo se les puede dar la vuelta hay que levantarlos con una espátula. Si la superficie en contacto con la sartén está dorada, es el momento de dar la vuelta. Eso llevará aproximadamente 1-2 minutos, dependiendo de la intensidad del fuego.

Tras darles la vuelta con la espátula, se deben cocinar 1 o 2 minutos más por el otro lado comprobando que están dorados en la superfice en contacto con la sartén antes de sacarlos de la sartén.

Los panes recién cocinados deben colocarse sobre una rejilla, para que no se humedezcan con el vapor que desprenden, y deben cubrirse con un paño limpio mientras se terminan de cocinar el resto para que no pierdan su calor.

Sobre su conservación...


Se toma recién hecho, cuando todavía está caliente. Si sobra, hay que conservarlo en un recipiente hermético, o bien, cubierto con film transparente. Se puede volver a calentar en la sartén.

Aquí os dejo el vídeo y la versión imprimible de la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan los panes? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de  Recetas de Pan.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:


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Esta es una versión vegana y sin gluten del pan naan indio. Es una receta muy fácil y, como no lleva levadura de panadería, no hay que esperar a la fermentación y, por tanto, puede estar hecho en 20 minutos.

INGREDIENTES:
  • 1/2 taza (120 ml) de leche de coco
  • 2 cucharaditas de zumo de limón (o vinagre de vino blanco)
  • 1 taza (120 g) de harina de garbanzos
  • 1 cucharada de psyllium husk en polvo
  • 1 y 1/2 cucharaditas de levadura química de repostería
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico (soda)
  • 3/4 de cucharadita de sal (o bien, sal al gusto)
  • 2 cucharaditas de aceite de oliva virgen


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
    Prepara la masa del pan

  1. Añade el zumo de limón a la leche de coco y déjalo reposar 5 minutos.
  2. Pon en un recipiente para mezclar la harina de garbanzos, el psyllium husk en polvo, la levadura de repostería, el bicarbonato sódico y la sal. Mézclalo muy bien dando vueltas con una cuchara. Haz un hueco en el centro.
  3. Añade en el hueco la mezcla de leche de coco y limón y el aceite de oliva virgen. Méclalo dando vueltas con una cuchara. Cuando haya espesado tanto que no sea posible mover la cuchara, presiónalo con la parte de atrás de la cuchara para que se una, dando vueltas a la masa desde el fondo del recipiente de vez en cuando para que no quede harina en el fondo sin humedecerse.
  4. Cuando toda la harina se haya humedecido y se haya unido formado una masa muy espesa, déjala reposar 2 minutos. Ponla sobre film transparente, envuélvela y forma una bola intentando que no queden grietas en la superficie y que ésta sea lisa. Otra opción es hacerlo con las manos, sin el film transparente, pero si utilizamos el film evitamos mancharnos las manos.

  5. NOTA: Si se han puesto las cantidades correctas de ingredientes, la masa no debe pegarse al film transparente. Si la masa está muy pegajosa, puede ser buena idea espolvorear el film transparente con harina de garbanzos.

    Dale forma al pan

  6. Aplasta la bola para formar un disco y córtalo con un cuchillo en 3 trozos iguales. Utilizaremos cada uno de los trozos para formar un pan naan.
  7. Coloca cada trozo sobre film transparente. Pon otra lámina de film por encima y dale forma de disco con las manos. Estíralo con un rodillo hasta que tenga 15 o 16 cm de diámetro.

  8. Cocina el pan

  9. Pinta ligeramente cada pan con aceite oliva por los dos lados.
  10. Pinta ligeramente una sartén con aceite de oliva. Ponla a fuego medio-fuerte. Cuando esté caliente, añade un pan. Cocínalo durante 1 minuto (2 como mucho) o hasta que esté dorado por la base (levántalo con una espátula para comprobarlo).
  11. Dale la vuelta y cocínalo 1 minuto más, hasta que esté dorado por el otro lado (compruébalo levantándolo con la espátula).
  12. Tras sacarlo de la sartén, colócalo sobre una rejilla para que el vapor que expulsa no lo humedezca y cúbrelo con un paño de cocina límpio para que conserve el calor mientras cocinas el resto de panes.
¡Y a disfrutarlo!


INFORMACIÓN NUTRICIONAL:
Información nutricional
*) Los valores de nutrientes son un cálculo aproximado por ración.


domingo, 10 de noviembre de 2024

Muffins Saludables de Calabacín y Manzana (Veganos, Sin Gluten, Sin Azúcar)

Cupcakes Saludables de Calabacín y Manzana (Veganos, Sin Gluten, Sin Azúcar)
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Estos muffins veganos sin gluten tienen una textura suave, esponjosa y jugosa, debido al calabacín, y un sabor delicado con aroma a canela y vainilla.

Son perfectos para las personas que siguen una dieta vegana o una dieta vegana sin gluten, para las personas que tienen celiaquía o intolerancia al gluten, y para aquellas personas que simplemente quieren seguir una dieta saludable y antiinflamatoria.

¿Por qué son saludables estos muffins?


Estos son los principales motivos por los que estos muffins se consideran saludables:

- Como no tienen harinas procedentes de cereales, no tienen gluten, que se considera inflamatorio.

- Llevan compota de manzana que, además de aportar fibra, actúa como un endulzante natural, así que no se necesita añadir azúcar y, por tanto, se reduce el índice glucémico.

- La compota de manzana y el calabacín aportan un alto contenido en fibra, que es buena para la microbiota y, por tanto, para nuestra salud intestinal.

- Llevan una de las grasas más saludables que existen: el aceite de oliva, que tiene múltiples beneficios para la salud.


Sobre los ingredientes...


La lista completa de ingredientes con sus cantidades exactas e información nutricional la puedes encontrar en la versión imprimible de la receta más abajo ⬇️. Aquí te contamos algunas curiosidades sobre los ingredientes y cuál es su papel en la receta.

La base de estos muffins es la harina de garbanzo. No se puede sustituir por otras harinas, porque la receta está pensada para utilizar únicamente este tipo de harina. Con otras no funcionaría bien.

Ingredientes

La harina de garbanzo es una harina elaborada a partir de garbanzos secos molidos. Tiene una textura fina y un color amarillo pálido debido al propio color de los garbanzos. Su sabor es suave y recuerda al de la nuez. Es libre de gluten, alta en proteínas, rica en fibra y con bajo índice glucémico.

De todas las harinas sin gluten, con la harina de garbanzo es con la que se consigue una textura más parecida a la de la harina de trigo. Tiene la capacidad de absorber agua y actúa como aglutinante ayudando a ligar los ingredientes en las recetas sin gluten y las recetas sin huevo.

El calabacín, con nombre científico cucurbita pepo, y también conocido como zapallito, zapallo italiano o zucchini es una verdura de la misma familia de la calabazas.

Tiene un sabor suave, ligeramente dulce, que lo hace muy versátil en la cocina. Se puede utilizar de mil maneras: al vapor, al horno, a la plancha, a la parrilla, salteado, cocido, crudo, marinado... Puede acompañar tanto carnes como pescados y también es utilizado en repostería.

Por otro lado, tiene beneficios para la salud y es saludable debido su aporte de vitaminas, minerales y fibra. Como contiene mucha agua (un 95 %), tiene pocas calorías y ayuda a perder peso.

La compota de manzana es un puré suave hecho a base de manzanas cocidas. Para hacerla, las manzanas se pelan, se cortan en trozos y se cocinan a fuego lento hasta que se ablandan y se pueden triturar fácilmente, logrando una consistencia similar a un puré.

Es una fuente natural de fibra y vitaminas, además de actuar como endulzante natural. Por este motivo, esta receta puede hacerse perfectamente sin añadir azúcar ni otro edulcorante. Si aún así te resultan poco dulces, puedes añadir 1 o 2 cucharadas de sirope de arce o azúcar de coco, que tienen un índice glucémico más bajo que el del azúcar y un mayor contenido de nutrientes.

Te recomendamos que utilices compota de manzana casera sin azúcar añadido. Puedes ver cómo hacerla aquí: Cómo hacer compota de manzana casera.

La levadura química de repostería es lo que hace que los muffins crezcan. Se trata de una levadura que se comercializa en forma de polvo blanco. Puede encontrarse en sobres o bien en botecitos pequeños. La marca más famosa que la comercializa es Royal. Por este motivo, este tipo de levadura también es conocida como levadura Royal. Sin embargo, hoy en día la comercializan muchas otras marcas comerciales.

A diferencia de la levadura de panadería, que está formada por organismos vivos y que actúa durante un proceso de fermentación previo al horneado, la levadura química de repostería se activa con el calor del horno y no necesita fermentación previa.

Muffins Saludables de Calabacín y Manzana (Veganos, Sin Gluten, Sin Azúcar)

Los muffins necesitan una grasa para que no queden secos. En esta receta utilizamos aceite de oliva virgen, que es una de las grasas más saludables que existen y tiene múltiples beneficios para la salud.

Verás que entre los ingredientes de la receta se encuentra la sal. La sal es un potenciador del sabor, y este es justo su papel en la receta.

Para aromatizar los muffins utilizamos canela y extracto de vainilla.

El extracto de vainilla se comercializa en forma líquida, o bien, en forma de azúcar avainillado, que tiene el aspecto y textura del azúcar, pero con sabor y aroma a vainilla. Se puede emplear en cualquiera de los dos formatos.

Sobre la forma de prepararlos...


La versión imprimible de las instrucciones de la receta y el vídeo paso a paso de la receta los puedes encontrar más abajo ⬇️.

La forma de prepararlos es muy fácil. Sólo hay que ser muy rigurosos con las medidas, las cantidades y el tiempo de horneado.

No se necesita batidora. Sólo un rallador para rallar el calabacín y un recipiente para mezclar, además de los moldes para muffins.

Cómo preparar la pasta de los muffins


El calabacín se ralla con la parte gruesa del rallador. No es necesario quitar la piel.

El primer paso para preparar la pasta de los muffins es mezclar en un recipiente los ingredientes secos dando vueltas con una cuchara. Estos son la harina de garbanzo, la levadura química de repostería, la canela y la sal. La harina de coco tiende a formar bolitas. Se deshacen fácilmente presionándolas con las parte de atrás de la cuchara.

Una vez que los ingredientes secos estén bien mezclados, hay que dejar un hueco en el centro para añadir los ingredientes húmedos.

El segundo paso es poner en ese hueco el calabacín rallado, la compota de manzana, el aceite y el extracto de vainilla.

Por último se mezcla todo dando vueltas con una cuchara hasta obtener una pasta espesa pero suave y sin grumos. Puedes ver imágenes de cómo debe quedar en el vídeo de la receta más abajo ⬇️.

Muffins Saludables de Calabacín y Manzana (Veganos, Sin Gluten, Sin Azúcar)

Cómo hornear los muffins


Los muffins veganos se suelen hornear en moldes de papel que se colocan dentro de los huecos de la bandeja para muffins. De esta forma se evita utilizar mantequilla para untar los moldes de la bandeja.

Sin embargo, en este caso no es una opción sino algo obligatorio, ya que la harina de garbanzo se pega muy fácilmente y sería muy difícil sacar los muffins de los moldes de la bandeja sin romperlos. Además, las altas temperaturas le afectan más que a otras harinas y puede tostaste demasiado en la zona que está en contacto con el molde.

Para que el horneado sea más uniforme, se requiere algo que haga de escudo y aisle de la temperatura. Y aquí es donde sirven de ayuda los moldes de papel. Necesitarás 9 moldes de papel, ya que la receta está pensada para 9 muffins.

Para poner la pasta en los moldes de papel, se utilizan dos cucharas: Una para coger porciones de pasta y la otra para desprenderlas de la cuchara. Puedes ver en las imágenes del vídeo de la receta que los moldes se llenarán aproximadamente a la mitad de su capacidad.

No se recomienda llenarlos más, es decir, intentar hacer menos de 9 muffins para que sean más grandes. El motivo es que los muffins veganos, como no llevan huevo ni gluten, no suben mucho y, por tanto, la parte central del muffin podría quedar hundida si los moldes se llenan demasiado.

Respecto al horneado, para que los muffins crezcan más y se cocinen por todos los lados por igual, precalienta el horno a 180 ºC utilizando las dos resistencias, es decir, la de arriba y la de abajo. Cuando el horno haya terminado de precalentar, introduce los muffins en el centro del horno y apaga la resistencia de arriba sin variar la temperatura del horno. Es decir, pon el mando de tu horno en la posición en la que sólo funciona la resistencia de abajo, pero sin tocar el mando de la temperatura.

De esta manera, el calor viajará desde abajo hacia arriba y los muffins crecerán más. Además quedarán igual de tostados tanto por abajo como por arriba, ya que por abajo están protegidos por el papel.

El horneado llevará entre 20 y 22 minutos a 180 ºC, dependiendo del horno, ya que cada uno es diferente. Hay que ser muy precisos con el tiempo para que no se tueste demasido la base de los muffins.

Sobre su conservación...


Se conservan en buenas condiciones en la nevera cubiertos con film transparente para que no se sequen, o en un recipiente hermético, hasta 5 días. Se pueden congelar y durarán hasta 6 meses.


Aquí os dejo el vídeo y la versión imprimible de la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan los muffins? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de  Recetas de Muffins.

¿Te gusta el calabacín? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de  Recetas con Calabacín.

¿Te gustan las manzanas? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de  Recetas con Manzana.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:


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Estos muffins veganos sin gluten tienen una textura suave, esponjosa y jugosa, debido al calabacín, y un sabor delicado con aroma a canela y vainilla.

Son perfectos para las personas que siguen una dieta vegana o una dieta vegana sin gluten, para las personas que tienen celiaquía o intolerancia al gluten, y para aquellas personas que simplemente quieren seguir una dieta saludable y antiinflamatoria.


INGREDIENTES:
  • 1 y 1/3 de taza (160 g) de harina de garbanzos
  • 2 y 1/2 cucharaditas de levadura química de repostería
  • 1 cucharadita de canela
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 150 g de calabacín rallado
  • 1 taza (240 g) de compota de manzana casera sin azúcar añadido
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 o 2 cucharadas de sirope de arce (OPCIONAL, sólo si los quieres más dulces)


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Pon a precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Coloca 9 moldes de papel para magdalenas en los huecos de una bandeja para hornear muffins.
  2. Pon en un recipiente para mezclar la harina de garbanzo, la levadura química de repostería, la sal y la canela. Mézclalo muy bien dando vueltas con una cuchara. Deja un hueco en el centro.
  3. Añade en ese hueco el calabacín rallado, la compota de manzana, el aceite de oliva virgen, el extracto de vainilla y el sirope de arce (OPCIONAL, si quieres que los muffins estén más dulces). Mézclalo muy bien dando vueltas con una cuchara hasta obtener una pasta espesa que no tenga grumos.
  4. Reparte la pasta en los 9 moldes de papel con ayuda de dos cucharas, un para tomar porciones de la pasta y la otra para despegarlas de la primera cuchara. Intenta que todos los moldes tengas la misma cantidad de pasta.
  5. Hornéalos en el centro del horno precalentado a 180 ºC sólo con calor abajo, para que crezcan más, durante 20-22 minutos.
  6. Tras sacarlos del horno, deja que se enfríen 5 minutos sobre una rejilla, hasta que puedas manipularlos sin quemarte.
  7. Una vez que puedas manipularlos, sácalos de los huecos de la bandeja y colócalos sobre una rejilla para que terminen de enfriarse.
¡Y a disfrutarlo!


INFORMACIÓN NUTRICIONAL:
*) Los valores de nutrientes son un cálculo aproximado por ración.
**) No incluye el sirope de arce puesto que es un ingrediente opcional.