Hoy os traemos una receta de un bizcocho que es saludable y, al mismo tiempo, es una delicia para el paladar y los sentidos. La combinación del calabacín, el aceite de oliva y el romero fresco da un resultado espectacular que se puede definir como delicado y elegante. Tiene una textura esponjosa y jugosa que se deshace en la boca, pero al mismo tiempo contrasta con las nueces y pepitas de calabaza crujientes.
¿Por qué este bizcocho es saludable?
No sólo se trata de un bizcocho saludable sin gluten. Podríamos decir que este es un bizcocho antiinflamatorio, ya que no tiene ingredientes que pueden generar inflamación, como por ejemplo, cereales, azúcar refinado, aceites de semillas y lacteos, y sí tiene otros ingredientes conocidos por sus efectos beneficiosos antiinflamatorios y antioxidantes como el aceite de oliva virgen, nueces, almendras, calabacín, pipas de calabaza y romero. Además el calabacín es rico en fibra que es muy beneficiosa para la microbiota intestinal.
Sobre los ingredientes...
Puedes encontrar la lista completa de ingredientes y sus cantidades exactas más abajo en la versión imprimible de la receta.
En este bizcocho se usa una mezcla de harina de almendras y harina de coco.
Para que quede esponjoso, además de los huevos, se utiliza levadura de repostería, que tambien se conoce como polvo para hornear o levadura Royal, ya que Royal es una de las marcas más conocidas que la comercializa, aunque no la única.
El calabacín, con nombre científico cucurbita pepo, y también conocido como zapallito, zapallo italiano o zucchini es una verdura de la misma familia de la calabazas. Tiene un sabor suave, ligeramente dulce, que lo hace muy versátil en la cocina. Se puede utilizar de mil maneras: al vapor, al horno, a la plancha, a la parrilla, salteado, cocido, crudo, marinado... Puede acompañar tanto carnes como pescados y también es utilizado en recetas de repostería como esta.
Por otro lado, tiene beneficios para la salud y es saludable debido su aporte de vitaminas, minerales y fibra. Como contiene mucha agua (un 95 %), tiene pocas calorías y ayuda a perder peso.
Romero Fresco |
Un ejemplo del uso del romero en asados de carnes es nuestra receta de pollo asado con mostaza, miel y romero fresco. Un ejemplo en pescados son nuestras recetas de salmón con salsa balsámica de romero y salmón al horno con limón y romero.
El romero también se usa para aromatizar aceites incorporando una ramita fresca en el envase donde se conservan. En la región española de Castilla-La Mancha es habitual encontrarlo cubriendo quesos curados (Queso Manchego al Romero).
No hay que olvidar el uso de esta planta aromática en dulces como nuestro bizcocho de limón, romero fresco y yogur.
En la cocina el romero se puede usar tanto fresco como seco. En esta receta debe emplearse romero fresco. No puede sustituirse por romero seco puesto que tiene un sabor mucho más fuerte y no se conseguiría el resultado deseado.
El romero también se usa para aromatizar aceites incorporando una ramita fresca en el envase donde se conservan. En la región española de Castilla-La Mancha es habitual encontrarlo cubriendo quesos curados (Queso Manchego al Romero).
No hay que olvidar el uso de esta planta aromática en dulces como nuestro bizcocho de limón, romero fresco y yogur.
En la cocina el romero se puede usar tanto fresco como seco. En esta receta debe emplearse romero fresco. No puede sustituirse por romero seco puesto que tiene un sabor mucho más fuerte y no se conseguiría el resultado deseado.
Como endulzante del bizcocho utilizamos una cantidad pequeña de sirope de arce.
El sirope de arce, jarabe de arce o miel de maple es un dulce que se hace a partir de la savia del arce.
El principal país productor es Canadá, ya que allí abundan los bosques de arces, aunque también hay una producción bastante importante en el norte de Estados Unidos.
El sirope de arce es famoso por usarse junto a recetas dulces típicas americanas como los pancakes, panqueques o tortitas americanas, sin embargo, se puede usar en recetas saladas como por ejemplo nuestra receta de cerdo con sirope de arce y almendras sobre endibias.
Existen preparados que intentan imitar su sabor, y otros que contienen un pequeño porcentaje de sirope de arce puro, pero ninguno puede igualar el sabor del sirope de arce puro.
El sirope de arce es famoso por usarse junto a recetas dulces típicas americanas como los pancakes, panqueques o tortitas americanas, sin embargo, se puede usar en recetas saladas como por ejemplo nuestra receta de cerdo con sirope de arce y almendras sobre endibias.
Existen preparados que intentan imitar su sabor, y otros que contienen un pequeño porcentaje de sirope de arce puro, pero ninguno puede igualar el sabor del sirope de arce puro.
En esta receta se usa sirope de arce puro. Si no puedes encontrar sirope de arce puro, puedes sustituirlo por la misma cantidad de miel, o bien, un edulcorante sin calorías de tu gusto (eritritol, etc.).
La forma de prepararlo es muy fácil y no se necesitan batidoras, ni robots de cocina, ni otros utensilios especiales. Sólo hay que tener un rallador y un escurridor (o colador) para el calabacín, los recipientes para mezclar y el molde. Puedes ver la versión imprimible de las instrucciones de la receta y el vídeopaso paso a paso más abajo.
Se empieza rallando el calabacín con la parte gruesa del rallador y se deja reposar con sal en un escurridor durante al menos 15 minutos. Durante este tiempo el calabacín va a desprender parte del agua que contiene. Este paso es importante para que el calabacín tenga mejor sabor, ya que a veces pueden tener un ligero sabor amargo y éste se irá al desprender el agua. Además, al tener menos agua, su sabor estará más concentrado.
También hay que tener en cuenta que no es suficiente con dejar que el calabacín escurra por si solo. Tras los 15 minutos de reposo hay que presionarlo con la parte de atrás de una cuchara para que expulse la mayor cantidad posible de agua.
Para preparar la pasta del bizcocho hay que mezclar los ingredientes secos (harinas, nueces, etc.) en un recipiente dejando un hueco en el centro, y los ingredientes húmedos (huevos, aceite, calabacín, etc.) en otro recipiente. Después se añaden los ingredientes húmedos en el hueco de los ingredientes secos y se mezcla hasta obtener una pasta espesa.
La pasta se pone en un molde untado con mantequilla, se espolvorea con semillas de calabaza y se hornea en el centro del horno precalentado a 180 ºC durante 45-50 minutos. Sabrás que está hecho porque habrá subido y estará dorado y, además, si se pincha en el centro con un palillo, el palillo saldrá limpio.
Aguanta en buenas condiciones en la nevera cubierto con film transparente o plástico de cocina para que no se seque hasta 5 días. Recuerda sacarlo de la nevera con el tiempo suficiente de antelación para que esté a temperatura ambiente cuando llegue el momento de consumirlo. Otra opción es calentar la ración que te vayas a comer sólo unos segundos en el microondas.
Se puede congelar cortado en raciones individuales envueltas en papel de aluminio. Sácalo del congelador la noche antes de consumirlo y deja que se descongele lentamente en la nevera.
Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)
¿Te gustan los bizcochos? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Bizcochos.
¿Te gusta el calabacín? Puedes encontrar más recetas con calabacín en nuestra página de Recetas con Calabacín.
Si te gusta esta receta, también te gustarán éstas:
Este es un bizcocho que es saludable y, al mismo tiempo, es una delicia para el paladar y los sentidos. La combinación del calabacín, el aceite de oliva y el romero fresco da un resultado espectacular que se puede definir como delicado y elegante. Tiene una textura esponjosa y jugosa que se deshace en la boca, pero al mismo tiempo contrasta con las nueces y pepitas de calabaza crujientes.
INGREDIENTES:
Sobre la forma de prepararlo...
La forma de prepararlo es muy fácil y no se necesitan batidoras, ni robots de cocina, ni otros utensilios especiales. Sólo hay que tener un rallador y un escurridor (o colador) para el calabacín, los recipientes para mezclar y el molde. Puedes ver la versión imprimible de las instrucciones de la receta y el vídeopaso paso a paso más abajo.
Se empieza rallando el calabacín con la parte gruesa del rallador y se deja reposar con sal en un escurridor durante al menos 15 minutos. Durante este tiempo el calabacín va a desprender parte del agua que contiene. Este paso es importante para que el calabacín tenga mejor sabor, ya que a veces pueden tener un ligero sabor amargo y éste se irá al desprender el agua. Además, al tener menos agua, su sabor estará más concentrado.
También hay que tener en cuenta que no es suficiente con dejar que el calabacín escurra por si solo. Tras los 15 minutos de reposo hay que presionarlo con la parte de atrás de una cuchara para que expulse la mayor cantidad posible de agua.
Para preparar la pasta del bizcocho hay que mezclar los ingredientes secos (harinas, nueces, etc.) en un recipiente dejando un hueco en el centro, y los ingredientes húmedos (huevos, aceite, calabacín, etc.) en otro recipiente. Después se añaden los ingredientes húmedos en el hueco de los ingredientes secos y se mezcla hasta obtener una pasta espesa.
La pasta se pone en un molde untado con mantequilla, se espolvorea con semillas de calabaza y se hornea en el centro del horno precalentado a 180 ºC durante 45-50 minutos. Sabrás que está hecho porque habrá subido y estará dorado y, además, si se pincha en el centro con un palillo, el palillo saldrá limpio.
Sobre su conservación...
Aguanta en buenas condiciones en la nevera cubierto con film transparente o plástico de cocina para que no se seque hasta 5 días. Recuerda sacarlo de la nevera con el tiempo suficiente de antelación para que esté a temperatura ambiente cuando llegue el momento de consumirlo. Otra opción es calentar la ración que te vayas a comer sólo unos segundos en el microondas.
Se puede congelar cortado en raciones individuales envueltas en papel de aluminio. Sácalo del congelador la noche antes de consumirlo y deja que se descongele lentamente en la nevera.
Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)
¿Te gustan los bizcochos? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Bizcochos.
¿Te gusta el calabacín? Puedes encontrar más recetas con calabacín en nuestra página de Recetas con Calabacín.
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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:
Este es un bizcocho que es saludable y, al mismo tiempo, es una delicia para el paladar y los sentidos. La combinación del calabacín, el aceite de oliva y el romero fresco da un resultado espectacular que se puede definir como delicado y elegante. Tiene una textura esponjosa y jugosa que se deshace en la boca, pero al mismo tiempo contrasta con las nueces y pepitas de calabaza crujientes.
INGREDIENTES:
- 150 g (1 y 1/2 taza) de calabacín, rallado con la parte gruesa del rallador
- 1 y 1/2 cucharaditas de sal
- 225 g (2 y 1/4 tazas) de harina de almendra
- 2 cucharadas de harina de coco
- 3 cucharaditas de levadura de repostería
- 50 g (1/2 taza) de nueces troceadas
- 1 cucharada de hojas de romero fresco picadas finamente
- 5 huevos grandes
- 120 ml (1/2 taza) de aceite de oliva virgen
- 4 cucharadas (1/4 de taza) de sirope de arce
- 2 cucharadas de pipas de calabaza
INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
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Pon el calabacín rallado extendido en un colador o escurridor, añade la sal y mézclalo. Vuelve a extenderlo y déjalo reposar al menos 15 minutos (puedes ver imágenes en el vídeo).
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Pon a precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Unta con mantequilla un molde rectangular para bizcochos de 25 cm de largo.
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Pon en un recipiente los ingredientes secos: la harina de almendra, la harina de coco, la levadura de repostería, las nueces troceadas y el romero fresco. Mézclalo muy bien dando vueltas con una cuchara y haz un hueco en el centro.
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Pon en otro recipiente los huevos y bátelos ligeramente. Añade el aceite de oliva virgen y el sirope de arce y mézclalo muy bien.
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Escurre muy bien el calabacín presionando con la cuchara para que suelte todo el agua que habrá expulsado. Añádelo al recipiente con los ingredientes húmedos (huevos, aceite y sirope) y mézclalo.
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Añade los ingredientes húmedos al recipiente con los ingredientes secos y mézclalo suavemente con una cuchara hasta que los ingredientes secos se hayan empapado por completo y no queden grumos. El resultado será una pasta espesa.
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Añade la pasta al molde untado de mantequilla. Allana la superficie con la parte de atrás de una cuchara y esparce las pipas de calabaza por encima.
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Hornéalo en el centro del horno precalentado a 180 ºC sólo con calor abajo, para que crezca más y no se quemen las pipas de calabaza, durante 45-50 minutos. Estará hecho si al pinchar con un palillo en el centro, el palillo sale limpio.
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Deja que se enfríe durante 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Tras desmoldarlo, ponlo sobre una rejilla hasta que termine de enfriarse.
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