Esta es una tarta de queso de sabor suave y textura ligera con base de galleta. Sienta fenomenal en el postre de los días calurosos cuando está recién sacada de la nevera.
Se puede tomar sola, acompañada de fruta fresca como fresas, frambuesas, arándanos, etc, o bien con una compota de fruta como nuestra compota de fresas.
Sobre los ingredientes...
Esta tarta no lleva harina. Sus ingredientes básicos son queso, azúcar y huevos, y se aromatiza (opcionalmente, según el gusto de cada uno) con ralladura de limón y extracto de vainilla. También se usa almidón de maíz que hace las funciones de espesante. El almidón de maíz es más conocido por el nombre comercial de Maizena.
La base se hace con galletas trituradas, molidas o machacadas, un poco de azúcar y mantequilla derretida. Lo mejor es usar galletas de tipo "Digestive", pero también valen galletas de tipo "María".
El queso empleado en la receta es de dos tipos:
- Ricotta, que aporta un sabor suave y una textura ligera.
- Queso crema de untar de tipo Philadelphia, que proporciona sabor.
El queso ricotta es un queso de origen italiano que se obtiene a partir del suero de leche que sobra de hacer otros quesos blandos y se cuece a alta temperatura. Es de color blanco, sabor suave, y textura blanda y granulosa. Es muy producto fresco que hay que consumir rápidamente ya que sólo aguanta en buenas condiciones algunos días después de su fabricación. En España este tipo de queso también se conoce como requesón y se produce principalmente en las regiones del norte del país (Cantabria, Pirineos, Galicia).
A veces el queso ricotta viene un poco acuoso. En este caso, es necesario escurrir el agua antes de usar el queso en la receta.
Para que la tarta quede perfecta es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Si el queso está a la temperatura de la nevera, es más probable que queden grumos.
Sobre la forma de prepararla...
Esta tarta es muy fácil de hacer.
Para hacer la base de galleta es necesario triturar las galletas hasta que prácticamente se reducen a polvo. Esto se puede hacer usando una batidora eléctrica con el accesorio triturador o bien un robot de cocina. Si no dispones de ninguna de estas dos herramientas, introduce las galletas en una bolsa para congelados, ciérrala expulsando el aire, ponla sobre la encimera de la cocina y golpea las galletas con un objeto rígido, por ejemplo, un rodillo de cocina, el mango de un cuchillo, un martillo de madera...
Una vez que las galletas están trituradas, sólo hay que mezclarlas con mantequilla derretida y un poco de azúcar y extender esta mezcla sobre la base de un molde, presionando para que quede una capa firme y uniforme.
Para hacer la pasta para el relleno de queso hay que batir los ingredientes incorporándolos a la mezcla poco a poco (prácticamente de uno en uno). Para ello puedes usar un robot de cocina, una batidora eléctrica con el accesorio de triturar o bien con el accesorio de varillas, o incluso hacerlo a mano.
Si se usa un robot de cocina o una batidora eléctrica es importante batir a velocidad lenta. De lo contrario la pasta cogerá aire y esto puede hacer que la tarta suba mucho durante el horneado para quedar encogida de nuevo al enfriarse. Al subir tanto, podrían salir grietas sobre su superficie.
La tarta hay que hornearla al baño maría, es decir, el molde desmontable en el que se prepara se recubre de papel de aluminio (varias capas, si es necesario, para evitar que entre agua), se pone en una bandeja de hornear profunda y se añade a la bandeja agua caliente. El agua caliente debe llegar hasta la mitad de las paredes del molde y debe estar prácticamente hirviendo.
La tarta estará hecha cuando los bordes comiencen a dorarse ligeramente (sin llegar a hacerlo) y, al agitar un poco el molde, la tarta debe moverse con un ligero temblor.
Una vez fuera del horno, hay que sacarla de la bandeja con agua y dejar que se enfríe sobre una rejilla. Después, lo mejor es tenerla en la nevera al menos 4 horas, o toda la noche, antes de consumirla para que los sabores se mezclen bien.
Sobre su manipulación y conservación...
Un truco para cortar la tarta sin problemas consiste en introducir el cuchillo que vayas a utilizar en agua caliente durante unos segundos. Después se seca con un paño limpio y se hace un corte en la tarta. Se repite la operación antes de cada corte. Así los cortes serán mucho más limpios y no te costará nada de trabajo cortar las porciones de la tarta.
Esta tarta debe almacenarse en la nevera. Aguanta perfectamente 3 o 4 días. También se puede congelar. En este caso, lo mejor es descongelarla dentro de la nevera.
Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)
Si te gusta esta receta, también te gustarán:
Muffins de Frambuesas y Queso Mascarpone |
Compota de Fresas |
Bizcocho de Limón, Tomillo y Queso |
Galette de Fresas y Queso |
Pastelitos de Queso, Fresa y Limón |
Muffins Especiados de Calabaza y Queso |
VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:
En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
- Happy Trip
- Minimal Illusions
- Winds Of Inspiration
Esta es una tarta de queso de sabor suave y textura ligera con base de galleta. Sienta fenomenal en el postre de los días calurosos cuando está recién sacada de la nevera. Se puede tomar sola, acompañada de fruta fresca como fresas, frambuesas, arándanos, etc, o bien con una compota de fruta como nuestra compota de fresas.
INGREDIENTES:
Para la base:
- 120 g de galletas de tipo Digestive
- 2 cucharadas de azúcar
- 65 g de mantequilla derretida
Para la tarta de queso ricotta:
- 225 g de queso crema de untar de tipo Philadelphia, a temperatura ambiente
- 450 g de queso ricotta (*), a temperatura ambiente
- 200 g de azúcar
- 1 cucharada de almidón de maíz (Maizena)
- 1/4 de cucharadita de sal
- 4 huevos, a temperatura ambiente
- La ralladura de 1 limón
- 1 y 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla
(*) Si el queso ricotta tiene agua, escúrrelo muy bien
INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
-
En primer lugar se prepara la base de la tarta...
- Precalienta el horno a 180 ºC y unta de mantequilla un molde redondo desmontable de 24 cm de diámetro.
- Tritura las galletas con un robot de cocina con el accesorio triturador o una batidora/trituradora eléctrica. También puedes hacerlo de forma manual introduciendo las galletas dentro de una bolsa de congelados, cerrando la bolsa sacando el aire y golpeándolas con un objeto rígido. Las galletas deben quedar prácticamente reducidas a polvo. Deben tener la consistencia de pan rallado muy fino.
- Pon las galletas trituradas en una fuente o bol y añade el azúcar y la mantequilla derretida. Mézclalo con una cuchara hasta que las galletas se humedezcan por completo. Si coges un poco de la mezcla y la presionas con el dedo pulgar y el índice, debe pegarse.
- Vierte la mezcla en un molde desmontable de 24 cm untado de mantequilla. Distribúyela uniformemente por la base con una cuchara o con los dedos y presiónala contra la base del molde hasta tener una capa rígida con grosor uniforme.
- Recubre el molde con 2 o 3 capas de papel de aluminio. Ten en cuenta que la tarta se hornea al baño maría y hay que evitar que entre agua en el molde.
- Pon el molde en la nevera mientras preparas la mezcla de queso.
- Pon en una fuente amplia el queso de untar y bátelo (con una batidora eléctrica, robot de cocina o de forma manual) a velocidad lenta hasta que tenga la consistencia de una crema.
- Añade el queso Ricotta y el azúcar y vuelve a batir (velocidad lenta) hasta obtener una mezcla suave y cremosa (sin grumos).
- Añade el almidón de maíz (Maizena) y la sal y bate hasta que se incorporen a la mezcla.
- Añade los huevos de uno en uno batiendo después de cada adición (velocidad lenta) hasta que se incorporan a la mezcla. La mezcla resultante debe ser bastante líquida.
- Añade la ralladura de limón y el extracto de vainilla y bate hasta que se incorporan a la mezcla.
- Saca el molde de la nevera y vierte en él la mezcla de queso.
- Coloca el molde en una bandeja de hornear con agua muy caliente (será necesario calentarla previamente en una cazuela), casi hirviendo. La cantidad de agua debe ser suficiente para que llegue a la mitad de la pared del molde. Lo mejor es poner el molde en la bandeja y después añadir el agua necesaria.
- Hornea durante 50 - 60 minutos a 180 ºC. Cuando la tarta esté hecha, verás que comienza a ponerse ligeramente dorada (sin llegar a estarlo) y, si agitas el molde, la tarta debe temblar.
- Tras sacarla del horno deja que se enfríe sobre una rejilla. Después, métela en la nevera durante 4 horas o bien toda la noche. Antes de desmoldarla, pasa un cuchillo por el borde.
A continuación se prepara la mezcla de queso...
Y por último, se monta la tarta y se hornea al baño maría
No hay comentarios:
Publicar un comentario