miércoles, 6 de noviembre de 2013

Scones de Arándanos Rojos Secos y Avena




Los scones son unos bollos ingleses que normalmente se toman en la hora del té con mantequilla o mermelada. Son similares a los "American Biscuits" con la diferencia de que estos últimos son salados mientras que los scones suelen ser más dulces y también se les suelen incorporar pasas, arándanos, etc.

Se toman cuando todavía están templados y están más que deliciosos. Son crujientes por fuera y suaves y esponjosos por dentro. Son como una golosina. ¡Un verdadero vicio! :-)

Esta es una versión más crujiente de los scones originales. Por un lado, los copos de avena le dan una textura más contundente y, como no llevan huevo, se parecen más a pan que a un bizcocho.


Sobre los ingredientes...

La avena es un alimento con muchos beneficios. Estos son algunos de ellos:
- Tiene una alta cantidad de fibra, es decir, ayuda al sistema digestivo a funcionar mejor y favorece la sensación de saciedad.
- Ayuda a reducir el colesterol malo.
- Contiene una alta cantidad de vitaminas y minerales (vitaminas del complejo B, vitaminas A y E, y minerales como el calcio, hierro, magnesio, zinc, potasio y sodio) que forman parte de una buena alimentación.
- Ayuda a regula el nivel de azúcar en la sangre.

Los arándanos rojos secos tiene la textura de las uvas pasas. También son dulces pero un toque más ácido y un sabor más afrutado. Si vives en España y tienes un Mercadona cerca, allí los puedes encontrar. Si no los consigues puedes sustituirlos por uvas pasas.



Sobre la forma de prepararlos...

La forma de prepararlos es muy sencilla y no se requieren utensilios de cocina especiales.

Para que queden perfectos es importante que la mantequilla esté muy fría. El motivo es que hay que mezclarla con la harina presionando con las yemas de los dedos hasta conseguir una textura parecida a la del pan rallado grueso. Es decir, tienen que quedar una especie de miguitas sueltas. Si la mantequilla no estuviera suficientemente fría o si se calienta con el calor ambiente o el de las manos, en lugar de migas sueltas, puede quedar una especie de pasta pegajosa. Esto último no es lo deseado, ya que los scones quedarían duros.

Si en tu cocina hace mucho calor o si los haces en verano, un truco para evitar esto es meter la harina en el congelador unos minutos (junto al recipiente en el que vayas a hacer la mezcla).

Igual que la mantequilla, el resto de ingredientes (leche, yogur...) también deben estar muy fríos.



Por otro lado, hay que ser muy rigurosos con las proporciones de los ingredientes para que la masa no quede ni poco densa ni demasiado densa y se pueda trabajar bien. Ten en cuenta que habrá que formar una bola, aplastarla formando un disco y cortarlo con un cuchillo en 8 porciones iguales. Si la masa estuviera poco densa, se pegaría a la superficie de trabajo y no conservaría su forma.

Una vez hecha la masa, tampoco dejes que se caliente antes de trabajarla. Si vas a tardar en hornearlos, lo mejor es darles la forma de scones, colocarlos en la bandeja de hornear cubiertos con film transparente o plástico de cocina, para que conserven la humedad y no se sequen, y ponerlos en la nevera hasta el momento de hornear.

Este es un buen truco para tenerlos recién hechos en el momento en el que los vayas a consumir, sin tener que dedicar tiempo a preparalos previamente. Sólo meterlos al horno y, ¡listos! En este caso, no los pintes con huevo hasta el momento justo de meterlos al horno.


Sobre su conservación...

Cuando más ricos están es cuando están recién hechos y todavía están templados, ya que estarán crujientes por fuera y tiernos por dentro. Se conservan bien unos 3 días después de hacerlos si los pones en un lugar fresco y seco cubiertos con film transparente (plástico de cocina) para que no se sequen y se pongan duros. Sin embargo, con el paso del tiempo, perderán la textura crujiente del exterior y se pondrán más blanditos.

Una vez que se hayan enfriado, para que estén más ricos, puedes meterlos unos minutos en el horno, hasta que estén templados. Si tienes un microondas con gratinador o grill, también puedes usarlo, poniendo los scones en la parte baja del microondas. Esto te ahorrará el tiempo de calentar el horno. ¡Cuidado! Usa el microondas sólo con el gratinador. Si no dispones de gratinador en el microondas, no lo utilices, ya que los scones perderían su textura crujiente y quedarían calientes pero blandos.

Estos scones se pueden congelar. Se deben envolver individualmente en papel de aluminio. Lo mejor es hacerlo tras sacarlos del horno, cuando se han enfriado y todavía están tibios. Para descongelarlos hay dos opciones:
1) Dejarlos descongelar de forma natural (sin el papel de aluminio)
2) Si tienes horno microondas con gratinador o grill, tambien puedes ponerlos (sin el papel de aluminio) en la parte más baja del horno únicamente con el grill encendido durante unos 8-10 minutos por cada lado. Tras ese tiempo déjalos dentro unos minutos más para que con el calor que queda se terminen de descongelar por dentro. De esta forma quedan como recién salidos de horno. Si no tienes un microondas con grill, no intentes hacerlo pues quedarían blandos en lugar de crujientes.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan la avena? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Recetas con Avena.

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Scones de Manzana, Queso Cheddar
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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

Puedes ver la receta paso a paso en el siguiente vídeo en alta definición (la música de este vídeo es Royalty Free y puedes encontrarla aquí):





Scones de Arándanos Rojos Secos y Avena

Los scones son unos bollos ingleses que normalmente se toman en la hora del té con mantequilla o mermelada. Son similares a los "American Biscuits" con la diferencia de que estos últimos son salados mientras que los scones suelen ser más dulces y también se les suelen incorporar pasas, arándanos, etc. Se toman cuando todavía están templados y están más que deliciosos. Son crujientes por fuera y suaves y esponjosos por dentro. Son como una golosina. ¡Un verdadero vicio! :-) Esta es una versión más crujiente de los scones originales. Por un lado, los copos de avena le dan una textura más contundente y, como no llevan huevo, se parecen más a pan que a un bizcocho.

INGREDIENTES:

Para los scones:
  • 245 g de harina de trigo
  • 100 g de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de levadura química de repostería
  • 115 g de mantequilla muy fría
  • 60 g de copos de avena
  • 60 g de arándanos rojos secos
  • 1 cucharada de ralladura de naranja
  • 1 yogur natural (125 g)
  • 7 cucharadas de leche

Para pintar los scones:
  • 1 huevo ligeramente batido
  • 1 cucharada de leche


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Precalentamos el horno a 190ºC con las dos resistencias encendidas, la de arriba y la de abajo, sin aire.
  2. Mezclamos en una fuente amplia la harina, el azúcar, la sal, la levadura de repostería y el bicarbonato sódico.
  3. Una vez mezclado todo, añadimos la mantequilla muy fría cortada en dados y la mezclamos con la harina presionando con los dedos hasta que tenga el aspecto de pan rallado grueso.
  4. Añadimos a la mezcla anterior los copos de avena, los arándanos rojos secos, la ralladura de naranja y removemos hasta que se mezcle todo.
  5. En un cuenco o un plato aparte mezclamos ligeramente el yogur con la leche. No pasa nada si quedan grumos.
  6. Añadimos la mezcla de yogur y leche a la fuente con los ingredientes secos y removemos con cuidado con una cuchara hasta obtener una masa. Si tienes dificultades para conseguir formar la masa puedes añadir un poco más de leche (cucharada a cucharada). No sobretrabajes la masa. Mezcla sólo hasta que se forme.
  7. Ponemos la masa sobre una superficie enharinada, le ponemos un poco de harina por encima y amasamos  con cuidado no más de 4 o 5 veces hasta formar una bola.
  8. Aplastamos la bola hasta formar un círculo de unos 18 cm de diámetro.
  9. Cortamos con un cuchillo el círculo en dos mitades, cada mitad en dos cuartos y cada cuarto en 2 octavos. Lo mejor es presionar con el cuchillo desde arriba y separar los trozos en lugar de moverlo horizontalmente (así se quedaría pegado a la masa).
  10. Ponemos los scones en una bandeja para horno con papel de hornear (si no tenemos, engrasamos la bandeja con un poco de mantequilla) y pintamos la parte superior con la mezcla de huevo y leche.
  11. Horneamos durante 15-18 minutos. Los scones estarán listos cuando hayan crecido y tengan la parte superior de un profundo color dorado.
  12. Tras sacarlos del horno, déjalos enfriar unos minutos sobre una rejilla.
¡Y a disfrutarlo!


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