jueves, 19 de junio de 2014

Tortitas Irlandesas (Irish Pancakes)



La versión irlandesa de las famosas Pancakes o Tortitas Americanas lleva buttermilk en lugar de leche. Tienen un sabor muy rico y son muy gorditas pero, al mismo tiempo, son esponjosas y jugosas por dentro. La diferencia entre estas tortitas y las tortitas americanas es que estas tienen una textura algo más consistente, más parecida a la del pan y por tanto absorben mejor los líquidos como el sirope.

Se pueden tomar solas con un poco de azúcar o bien acompañadas de fruta fresca, miel, mermelada, compota de frutas, chocolate caliente, sirope, etc. ¡Hay mil posibilidades que te harán disfrutar del desayuno o la merienda! :-)


Sobre los ingredientes...

Igual que el pan irlandés, estas tortitas crecen y consiguen su textura esponjosa debido a una reacción química que se produce entre el bicarbonato sódico (soda) y el ácido láctico que contiene el "buttermilk" (suero de mantequilla o mazada). El buttermilk es el líquido que queda cuando se obtiene mantequilla a partir de la leche. Es un líquido de color amarillento con bajo contenido en grasa y sabor agrio.

Actualmente, el buttermilk que se comercializa no se obtiene de la manera tradicional, sino añadiendo a la leche bacterias que convierten la lactosa de la leche en ácido láctico para simular el producto original.

El buttermilk no es se encuentra fácilmente en algunos países. Si no te resulta fácil encontrarlo, no te preocupes, ya que puedes conseguir algo muy parecido añadiendo a la leche un agente acidulante, como el zumo de limón o el vinagre de manzana, y dejándola reposar unos 15 minutos (no es necesario remover). Verás como la leche se corta y se vuelve agria, y empiezan a aparecer grumos más espesos. La proporción es una cucharada (15 ml) por cada taza (240 ml). Otra opción es sustituir el buttermilk por la misma cantidad de yogur natural.




Sobre la forma de prepararlas...

Estas tortitas son muy sencillas de preparar. Tan sólo hay que mezclar ingredientes húmedos por un lado, ingredientes secos por otro, y mezclar ambos hasta que los ingredientes secos se humedezcan. Es importante poner énfasis en que no se debe insistir más a partir de ese punto, ya que, de lo contrario, las tortitas podrían endurecerse. No pasa nada si queda algún pequeño grumo. Se deshará solo al cocinarlas.

La pasta que debe obtenerse tras la mezcla será muy espesa. Como el bicarbonato comienza a reaccionar con el ácido láctico del buttermilk desde el momento en que se mezclan, es necesario cocinar las tortitas inmediatamente, en lugar de dejar la pasta preparada para cocinarlas más tarde.



Las tortitas pueden tener el diámetro que nosotros queramos. Tan sólo hay que poner más o menos cantidad de pasta en la sartén o en la plancha donde las cocinemos. Lo normal es tomar porciones de unos 60 ml de la pasta. Esto es algo más de la mitad de un cazo de servir sopa.

Para cocinarlas, se puede emplear mantequilla o bien aceite vegetal de sabor suave, como por ejemplo, aceite de girasol. Recuerda que hay que volver a engrasar ligeramente la sartén o la plancha en la que las cocinemos después de cada tortita (antes de poner la siguiente).

Las tortitas se cocinan a fuego medio-fuerte. Como estas tortitas son bastante densas se cocinarán mucho más rápido que otras tortitas (unos 3 minutos por cada lado) y, por tanto, el fuego tendrá que ser algo más fuerte que con otras tortitas para que se doren por la parte exterior sin que queden demasiado hechas por dentro. Si sospechas que la tortita ya está dorada, pero todavía no es el momento de darle la vuelta, baja el fuego para que no se tueste demasiado por el lado que está en contacto con la sartén.

El momento de dar la vuelta a las tortitas es cuando se forman burbujas en la superficie y, además, al tocar con una espátula el borde, la espátula no se impregna de pasta. Verás que, a diferencia de otras versiones de tortitas, estás son más rígidas y no se curvan al levantar con la espátula un extremo sino que se levanta la tortita entera. Hay que darles de la vuelta volcando la tortita de golpe. No intentes que se curve o se puede partir a la mitad.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)


Si te gusta esta receta, también te gustarán:

Yoghurt Pancakes (Tortitas Americanas de Yogur)
Pan Irlandés con Pasas (Raisins Soda Bread)
Banana Pancakes (Tortitas Americanas de Plátano)






















VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición se muestras las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí.




Tortitas Irlandesas (Irish Pancakes)

La versión irlandesa de las famosas Pancakes o Tortitas Americanas lleva buttermilk en lugar de leche. Tienen un sabor muy rico y son muy gorditas pero, al mismo tiempo, son esponjosas y jugosas por dentro. La diferencia entre estas tortitas y las tortitas americanas es que estas tienen una textura algo más consistente, más parecida a la del pan y por tanto absorben mejor los líquidos como el sirope. Se pueden tomar solas con un poco de azúcar o bien acompañadas de fruta fresca, miel, mermelada, compota de frutas, chocolate caliente, sirope, etc. ¡Hay mil posibilidades que te harán disfrutar del desayuno o la merienda! :-)

INGREDIENTES:

  • 260 g de harina
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico (soda)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 huevo
  • 240 ml de buttermilk (suero de mantequilla)
  • 15 g de mantequilla derretida a temperatura ambiente
  • Mantequilla o bien aceite de girasol para engrasar la sartén o plancha donde se cocinen

NOTA: Si no dispones de buttermilk, puedes sustituirlo por 225 ml de leche mezclada con 1 cucharada (15 ml) de zumo de limón o bien vinagre de manzana

La cantidad de tortitas que se obtendrán dependerá de la cantidad de pasta que pongas en la sartén para cada tortita.


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Si no dispones de buttermilk, añade a la leche el zumo de limón (o vinagre de manzana) y déjala reposar al menos 15 minutos. No es necesario remover.
  2. En una fuente amplia, mezcla la harina, el bicarbonato sódico y la sal,
  3. En otra fuente, bate ligeramente el huevo. Añade el buttermilk (o la leche) y la mantequilla y da vueltas con una cuchara o tenedor hasta obtener un mezcla homogénea.
  4. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y añade la mezcla de huevo y buttermilk. Con una cuchara, mezcla con suavidad sólo hasta que la harina se humedezca. No insistas más allá de ese punto o las tortitas pueden quedar duras. Es normal que quede algún grumo. No pasa nada, se disolverá solo. La mezcla que se obtiene es muy espesa. Puedes ver imágenes del aspecto que debe tener en el vídeo.

  5. NOTA: En este punto es necesario cocinar las tortitas inmediatamente en lugar de dejar la pasta hecha para cocinarlas más tarde. El motivo es que el bicarbonato comienza a reaccionar con el ácido láctico desde este momento.

  6. Calienta a fuego medio-fuerte una sartén antiadherente, o bien una plancha, y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite de girasol. Cuando la sartén esté caliente, vierte con un cazo una porción de la mezcla del tamaño deseado.
  7. Espera unos 3 minutos hasta que la tortita tenga burbujas en la superficie y además, al tocar el borde con una espátula, la espátula no se impregne de pasta. Da la vuelta con cuidado de no doblarla ya que podría partirse al tener una consistencia más rígida que la de otras tortitas. Lo mejor es volcarla de golpe. La tortita estará cocinada tras unos 2 -3 minutos más, cuando esté dorada por el lado de abajo (levántala con la espátula para comprobarlo).
  8. Engrasa de nuevo la sartén entre tortita y tortita y continúa haciendo tortitas hasta que se termine la pasta. Es posible que tengas que ajustar la intensidad del fuego para que queden doradas a tu gusto.
¡Y a disfrutarlas!


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