jueves, 26 de febrero de 2015

Galette de Fresas y Queso



Esta tarta de aspecto rústico está hecha con una masa crujiente rellena de una capa de queso y otra capa de fresas frescas que se hornean junto a la tarta. Está más rica cuando se consume templada o a temperatura ambiente.

La base de esta tarta es un mezcla entre una masa quebrada y una masa de hojaldre. Es muy crujiente, pero no tan arenosa como la masa quebrada. Es más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada y está muy rica. Aunque merece la pena prepararla en casa y además es muy fácil de hacer, si no quieres complicarte mucho o no tienes tiempo para prepararla, puedes comprar una masa de las que ya vienen estiradas. Puedes sustituirla por una masa quebrada (masa brisa o brisée, en francés) o bien por masa de hojaldre.

Si te gusta esta galette, te recomendamos que pruebes nuestra galette de melocotones y arándanos.


Sobre los ingredientes...

La base de la tarta se hace con harina, sal, mantequilla, zumo de limón, nata agria y agua.

La nata agria o crema agria también se conoce como sour cream, en inglés. Se trata de nata acidificada con bacterias de la leche que generan ácido láctico. Es espesa y cremosa y tiene un sabor agrio que recuerda al yogur, a la mantequilla y a las nueces. La versión francesa de la "sour cream" es la crème fraîche, La principal diferencia entre ellas es que la crème fraîche tiene un mayor contenido en grasas (30 - 35%) y un menor contenido de proteínas. En esta receta podemos utilizar cualquiera de las dos.

Si no las encuentras en tu supermercado (en la sección de productos refrigerados), puedes preparar algo muy parecido muy fácilmente en casa. Mira cómo hacerlo en nuestro post de la receta de la crème fraîche casera.


La capa de queso se prepara con queso crema de untar, azúcar, harina y extracto de vanilla. El queso de untar debe ser de tipo Philadelphia, pero no es necesario que sea de esa marca. Basta que con que sea un queso de untar cremoso y de sabor suave.

La capa de fresas se prepara simplemente con fresas cortadas en láminas mezcladas con azúcar.

Sobre la forma de prepararla...


La preparación es muy sencilla. Sólo hay que estirar con el rodillo la masa para la base de la tarta, colocar encima la capa de queso y sobre ella las fresas azucaradas. Por último, se dobla el borde de la masa hacia el centro, se pinta con huevo y se espolvorea con un poco de azúcar moreno.

Para preparar la masa no necesitas utensilios especiales. El truco es que los ingredientes estén muy fríos. Es necesario tener la harina en el congelador durante media hora. Después, hay que añadir la mantequilla muy fría cortada en dados y hacer que se integre con la harina cortándola en trocitos con uno o dos cuchillos. Hay que conseguir tener algo parecido a pan rallado muy grueso. Por ultimo, se añade una mezcla de zumo de limón, nata agria y agua y se mezcla hasta forma un bola. Esta bola debe guardarse en la nevera durante 30 minutos envuelta en plástico de cocina (film transparente). Después ya sólo queda estirarla con el rodillo.

Lo bueno de esta masa, además de que está muy rica, es que es mucho más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada. La masa quebrada, tras sacarla de la nevera puede estar demasiado dura para estirarla y puede ser necesario esperar a que aumente un poco su temperatura para que se estire más fácilmente. Sin embargo, si su temperatura sube mucho, se puede pegar a la superficie de trabajo. Esto no ocurre con la masa de esta receta, que se puede estirar mucho más fácilmente desde el momento en que se saca de la nevera.

Otra ventaja de esta masa sobre la masa quebrada es que es más elástica y no se rompe tan fácilmente.

Para preparar la capa de queso tan sólo hay que mezclar todos los ingredientes en un cuenco dado vueltas con una cuchara.

Para preparar el relleno de fresas sólo hay que cortar las fresas en láminas y mezclarlas con azúcar con cuidado para que no se rompan.


Sobre su conservación...

Si te sobra algo de galette, la puedes conservar en la nevera. Sin embargo, tras sacarla, debes esperar a que se ponga a temperatura ambiente, ya que se consume del tiempo o bien ligeramente templada. Si se mete en el microondas, la base perderá su textura crujiente y se pondrá blanda. Para templarla, lo mejor es calentarla en el horno o bien con el gratinador del microondas (si el microondas dispone de gril para gratinar)

También se puede congelar, entera o bien en raciones individuales envueltas en papel de aluminio.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)


¿Te gustan los postres? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Postres.

¿Te gustan las fresas? Puedes encontrar más recetas en nuestra Páginas de Recetas con Fresas.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
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Galette de Fresas y Queso

Esta tarta de aspecto rústico está hecha con una masa crujiente rellena de una capa de queso y otra capa de fresas frescas que se hornean junto a la tarta. Está más rica cuando se consume templada o a temperatura ambiente. La base de esta tarta es un mezcla entre una masa quebrada y una masa de hojaldre. Es muy crujiente, pero no tan arenosa como la masa quebrada. Es más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada y está muy rica. Aunque merece la pena prepararla en casa y además es muy fácil de hacer, si no quieres complicarte mucho o no tienes tiempo para prepararla, puedes comprar una masa de las que ya vienen estiradas. Puedes sustituirla por una masa quebrada (masa brisa o brisée, en francés) o bien por masa de hojaldre.

INGREDIENTES:

Para la base:
  • 165 g de harina
  • ¼ de cucharadita de sal
  • 115 g de mantequilla
  • 4 cucharadas de nata agria (sour cream o crème fraîche)
  • 2 cucharaditas de zumo de limón recién exprimido
  • 4 cucharadas de agua fría (puedes añadir 1 o 2 más si es necesario)

Para la capa de queso:
  • 225 g de queso de untar a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas de harina
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la capa de fresas:
  • 650 g de fresas
  • 2 cucharadas de azúcar

Para el acabado:
  • Un huevo batido para pintar
  • Azúcar moreno para espolvorear


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:

    En primer lugar preparamos la pasta para la base de la tarta...

  1. Pon en una fuente amplia la harina y métela en el congelador durante 30 minutos.
  2. Mientras tanto, pon en cuenco pequeño el zumo de limón, la nata agria y el agua. Mézclalo bien dan vueltas con una cuchara hasta tener una mezcla homogénea. Ponlo en la nevera hasta el momento de usarlo.
  3. Corta la mantequilla en dados y ponla de nuevo en la nevera hasta el momento de usarla.
  4. Tras los 30 minutos, saca la harina del congelador. Añade la sal y mézclala con la harina dando vueltas con una cuchara. Añade la mantequilla cortada en dados, mézclala con la harina y córtala en trocitos ayudándote de uno o dos cuchillos hasta conseguir que la mezcla tenga la consistencia de pan rallado muy grueso (puedes ver imágenes en el vídeo).
  5. Añade la mezcla de zumo de limón, nata agria y agua. Mézclalo con una cuchara hasta que se forme una pasta muy espesa que se una formando una bola. Si queda demasiado seca y no consigues que se una, puedes añadir una o dos cucharadas más de agua (de una en una según se necesite).
  6. Envuelve la bola en plástico de cocina o film transparente y déjala en la nevera durante al menos 30 minutos.

  7. NOTA: También puedes prepararla hasta este punto el día anterior al que vayas a hacer la tarta.

    Continuamos preparando la capa de queso...

  8. Pon en un cuenco el queso de untar, el azúcar, la harina y el extracto de vainilla. Méclalo dando vueltas con una cuchara hasta tener una mezcla homogénea. Resérvalo hasta el momento de montar la tarta

  9. Después preparamos el relleno de fresas...

  10. Limpia las fresas y córtalas en láminas longitudinalmente. Puedes ver imágenes en el vídeo.
  11. Ponlas en una fuente amplia, añade el azúcar y mézclalo con las fresas con cuidado de no partirlas.

  12. Finalmente, montamos la galette y horneamos

  13. Precalienta el horno a 205 ºC.
  14. Pon la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Estírala con el rodillo enharinado hasta tener un círculo de 30 cm de diámetro. Para conseguir que la masa tenga un grosor uniforme, pasa el rodillo desde el centro hasta los extremos. Para evitar que se pegue a la superficie de trabajo, gírala 90 grados cada cierto tiempo y pon más harina en la superficie (y en el rodillo) si es necesario.
  15. Una vez estirada, enróllala sobre el rodillo sin presionar para trasportarla hasta la bandeja de hornear. Estírala sobre la bandeja cubierta de papel de hornear.
  16. Extiende la mezcla de queso sobre la masa estirada formando un círculo y dejando un borde de 4 cm en la parte exterior. Coloca las fresas encima de la capa de queso repartiéndolas uniformemente.

  17. NOTA: Aunque parezca que son demasiadas fresas para la tarta, con el calor del horno se reducirá su tamaño.

  18. Pliega el borde de la masa hacia dentro con cuidado de no romper la masa (puedes ver imágenes en el vídeo).
  19. Pinta el borde con huevo batido y espolvorea con azúcar moreno.
  20. Hornea en el horno precalentado a 205 ºC durante 20-25 minutos o hasta que esté de un profundo color dorado.
  21. Tras sacarla del horno deja que se enfríe sobre la bandeja hasta que esté ligeramente templada.
¡Y a disfrutarla!


viernes, 20 de febrero de 2015

Sopa Caprese (Tomate, Mozzarella, Albahaca y Reducción Balsámica)




Esta es una sopa que contiene los ingredientes básicos de la ensalada caprese, uno de los platos más famosos de la cocina italiana. Tiene una textura cremosa, está hecha de tomates asados, y se sirve acompañada de dados de queso mozzarella, albahaca fresca en tiras y una reducción balsámica. El resultado es delicioso.

Es perfecta como primer plato o entrante de una comida o una cena.


Sobre los ingredientes...

Para hacer la sopa se necesitan tomates maduros, cebolla, ajo, aceite de oliva, caldo vegetal y queso parmesano. También se usan un par de rebanadas de pan para darle una textura más espesa.

El caldo vegetal puede sustituirse por la misma cantidad de agua y concentrado de caldo en pastillas.

La mozzarella que se usa para acompañar la sopa es mozzarella fresca, de las que viene en forma de bola, cortada en daditos.

Albahaca Fresca

La albahaca es una de la hierbas aromáticas más representativas de la cocina italiana.

Con ella se prepara la famosa salsa "pesto de albahaca genovés" o "pesto di basilico", una salsa a base de hojas de albahaca fresca, piñones, ajo, aceite de oliva y queso parmesano, originaria de la región de Liguria.

A diferencia de otras recetas en las que la albahaca es protagonista con su sabor, en esta receta, la albahaca aporta un toque aromático.

Para preparar la reducción balsámica se utiliza vinagre balsámico de Módena y azúcar moreno.

El vinagre balsámico o aceto balsámico es un vinagre de origen italiano, concretamente de la ciudad de Módena. Destaca por su sabor fuerte, ligeramente dulce y su color oscuro. El vinagre hecho de la forma tradicional requiere una maduración de al menos 12 años. Sin embargo, las versiones industriales reducen muchísimo este tiempo para reducir el coste. Es muy fácil encontrarlo en los supermercados.

Sobre la forma de prepararla...

Esta sopa es muy fácil de hacer.

Para prepararla hay que asar en el horno los tomates junto a la cebolla y los ajos.

Al asar los tomates se evapora parte de agua que contienen y esto hace que su sabor se concentre y sea más intenso.

Una vez asados los tomates, se ponen en una cazuela, se añade el queso parmesano y el pan y se pasa por la batidora.

La reducción balsámica se prepara simplemente cociendo el vinagre con el azúcar a fuego lento unos minutos.

Hay que esperar el tiempo necesario hasta que se reduzca aproximadamente a la mitad y espese.

Ten en cuenta que tras enfriarse espesará más, así que no dejes que espese demasiado.


Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan las sopas y cremas? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Sopas y Cremas.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
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Sopa Caprese (Tomate, Mozzarella, Albahaca y Reducción Balsámica)

Esta es una sopa que contiene los ingredientes básicos de la ensalada caprese, uno de los platos más famosos de la cocina italiana. Tiene una textura cremosa, está hecha de tomates asados, y se sirve acompañada de dados de queso mozzarella, albahaca fresca en tiras y una reducción balsámica. El resultado es delicioso. Es perfecta como primer plato o entrante de una comida o una cena.

INGREDIENTES:

Para la sopa:
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla pequeña (de cualquier tipo: blanca, roja, etc.)
  • 900 g de tomates maduros
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra al gusto
  • 2 dientes de ajo cortados en rodajas finas
  • 2 rebanadas de pan sin corteza
  • 3 cucharadas de queso parmesano rallado
  • 240 ml de caldo vegetal (puede sustituirse por 240 ml de agua y 1 pastilla de concentrado de caldo vegetal)

Para servir:
  • 225 g de mozzarella fresca en bola
  • 4 cucharadas de hojas de albahaca cortadas en tiras finas

Para la reducción balsámica:
  • 125 ml de vinagre balsámico de Módena
  • 2 cucharadas de azúcar moreno


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Precalienta el horno a 215 ºC.
  2. Corta los tomates a la mitad y la cebolla en rodajas.
  3. Pon en una bandeja de horno el aceite de oliva. Reparte las rodajas de cebolla sobre la bandeja y coloca encima los tomates con el lado cortado hacia arriba. Añade sobre los tomates sal y pimienta al gusto.
  4. Hornéalo en el horno precalentado a 215 ºC durante 20 minutos. Tras ese tiempo, los tomates deben estar ligeramente tiernos.
  5. Añade por encima de los tomates el ajo cortado en láminas finas y vuelve a introducir la bandeja en el horno durante 10-15 minutos más a 215 ªC. Tras sacar la bandeja del horno, deja que se enfríe durante 10-15 minutos. Los tomates deben estar tiernos y deben deshacerse fácilmente si los presionas con un tenedor.
  6. Pon el contenido de la bandeja en una cazuela. Añade el pan troceado, el queso parmesano y el caldo vegetal. Pasa la batidora con el accesorio para triturar hasta conseguir una sopa espesa de textura fina. Rectifica de sal si es necesario.
  7. Para hacer la reducción balsámica, pon en un cazo a fuego medio-fuerte el vinagre balsámico de módena y el azúcar. Llévalo a ebullición, baja el fuego y cuece a fuego lento unos 6-8 minutos, dando vueltas con una cuchara de madera de vez en cuando, hasta que se reduzca a la mitad.
  8. Sirve la sopa acompañada de la mozzarella cortada en dadidos, un chorrito de reducción balsámica (aproximadamente entre 1/2 y 1 cucharada por ración) y hojas de albahaca fresca cortadas en tiras finas (1 cucharada por ración).
¡Y a disfrutarlo!


sábado, 14 de febrero de 2015

Muffins de Naranja y Arándanos Rojos



Estos muffins llevan zumo y ralladura de naranja que intensifican el sabor afrutado de los arándanos rojos frescos. Están aromatizados con vainilla y canela y llevan un glaseado que potencia el sabor a naranja. Además de lo ricos que están, son muy esponjosos.

Son perfectos para el desayuno, la merienda o para cualquier momento del día para acompañar un café o un té.


Sobre los ingredientes...

Además de los ingredientes principales que son la naranja (zumo y ralladura de su piel) y los arándanos rojos, para hacer estos muffins se necesita harina, azúcar (normal y azúcar moreno), mantequilla, huevos, leche, yogur, levadura química de repostería, bicarbonato sódico, extracto de vainilla y canela.


Arándanos Rojos (Cranberries)
Los arándanos rojos (cranberries) son unas bayas originarias de américa del norte. Son pequeñas, con forma ovalada, duras, y de color rojo intenso. Cuando se comen crudas y frescas son muy ácidas.

Los indios americanos usaban esta bayas como alimento y también como medicina.
Tienen un alto contenido de vitamina C y también contienen muchos antioxidantes. Los marineros y los colonos americanos las usaban para prevenir el escorbuto, enfermedad que aparece cuando hay carencia de vitamina C.

Nunca se comen frescos y crudos. Se toman secos (como las uvas pasas) o bien se cocinan, ya que se necesita añadir azúcar para contrarrestar su sabor ácido. Normalmente se usan en postres, bizcochos, muffins o magdalenas, tartas, galletas, pasteles, etc. Pero también se usan para hacer compotas, mermeladas, confituras y salsas para platos salados como por ejemplo asados de carne. Su sabor afrutado se acentúa cuando se mezclan con ingredientes dulces y cuando se combinan con otras frutas como manzanas, peras y naranjas.

Para hacer el glaseado se usa azúcar glas mezclada con zumo de naranja, para intensificar el sabor a naranja de los muffins. El azúcar glas también se conoce como azúcar glasé, azúcar glacé, azúcar glass, azúcar flor, azúcar lustre, azúcar impalpable, azúcar pulverizada, nevazúcar o azúcar en polvo. Se trata de azúcar molida muy fina con textura de polvo.

Sobre la forma de prepararlos...

Para preparar estos muffins se necesita una batidora eléctrica con el accesorio de varillas.

El motivo es que hay que batir la mantequilla junto al azúcar a punto de crema y después hay que añadir los huevos y el yogur y batir a la máxima velocidad para que la mezcla quede lo más uniforme posible. Esto es complicado de hacer si se bate de forma manual.

En el momento en el que se añade la harina, hay que dejar la batidora y seguir de forma manual. El motivo es que incorporando la harina lentamente a la mezcla se evita que la harina desprenda el gluten que contiene y que podría hacer que los muffins quedaran duros.

El glaseado se prepara mezclando el azúcar glas con el zumo de naranja hasta conseguir una pasta espesa. Esta pasta debe deslizarse lentamente cuando se incline la cuchara. Si se desliza demasiado rápido, se puede añadir más azúcar glas para que quede más densa. O al contrario. Si queda demasiado espesa y le cuesta deslizarse, se pueden añadir una gotas más de zumo de naranja.


Sobre su conservación...

Se conservarán bien 2 o 3 días siempre que se pongan un lugar fresco y seco bien tapados para que no se sequen. Se pueden cubrir con film transparente o papel de aluminio o bien meterlo en una bolsa y cerrarla.

También se pueden congelar envueltos en papel de aluminio. Si los congelas cuando están recién hechos (una vez que el glaseado se haya solidificado), una vez desongelados, podrás disfrutar de ellos como si estuvieran recién hechos.


Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan los muffins? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Muffins.

¿Te gustan los arándanos rojos? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Recetas de Arándanos Rojos.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición (HD) puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
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Muffins de Naranja y Arándanos Rojos

Estos muffins llevan zumo y ralladura de naranja que intensifican el sabor afrutado de los arándanos rojos frescos. Están aromatizados con vainilla y canela y llevan un glaseado que potencia el sabor a naranja. Además de lo ricos que están, son muy esponjosos. Son perfectos para el desayuno, la merienda o para cualquier momento del día para acompañar un café o un té.

INGREDIENTES:

Para los muffins:
  • 225 g de harina
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico (soda)
  • 1 cucharadita de levadura química de repostería
  • ½ cucharadita de canela
  • ½ cucharadita de sal
  • 115 g de mantequilla ablandada a temperatura ambiente
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de azúcar moreno
  • 2 huevos a temperatura ambiente
  • 1 yogur natural (125 g)
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • La ralladura de 2 naranjas
  • 2 cucharadas de zumo de naranja
  • 2 cucharadas de leche
  • 185 g de arándanos rojos frescos

Para el glaseado:
  • 80 g de azúcar glas o glasé
  • 2 cucharadas de zumo de naranja


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Pon a precalentar el horno a 210 ºC. Unta de mantequilla un molde para 12 muffins.
  2. Pon en una fuente mediana la harina, el bicarbonato sódico, la levadura química de repostería, la canela y la sal. Mézclalo bien con una cuchara.
  3. En otra fuente más grande, bate la mantequilla ablandada con una batidora eléctrica con el accesorio de varillas hasta que tenga la textura de una crema o pomada. Comienza batiendo a velocidad lenta para que no te salpique. Añade el azúcar y el azúcar moreno y vuelve a batir (velocidad lenta) hasta que el azúcar se incorpore a la crema de mantequilla. Puedes ver en el vídeo el aspecto que debe tener. Rasca las paredes de la fuente hacia abajo con las varillas para quitar la mezcla de mantequilla y azúcar que se habrá quedado pegada.
  4. Añade dos huevos, el extracto de vainilla y el yogur y vuelve a batir subiendo la velocidad (hasta el máximo posible) hasta que se incorporen a la mezcla. En este punto tendrá un aspecto que te hará pensar que está cortada pero no es así.
  5. Añade la ralladura de naranja y vuelve a batir hasta que se incorpore a la mezcla.
  6. Añade la mezcla de harina y, de forma manual (sin batidora), da vueltas lentamente con las varillas hasta que la harina se humedezca y no queden grumos. No hay que insistir más a partir de este punto o los muffins podrían quedar duros. El resultado será una pasta muy espesa. Puedes ver imágenes en el vídeo.
  7. Añade la leche y el zumo de naranja e incorpóralos a la mezcla dando vueltas con las varillas lentamente de forma manual.
  8. Añade los arándanos rojos reservando algunos como adorno. Si acabas de lavarlos, asegúrate bien de que están bien secos (usa papel de cocina para secarlos). Da vueltas con una cuchara o espátula hasta que se repartan uniformemente.
  9. Reparte la mezcla en moldes para 12 muffins untados de mantequilla con ayuda de dos cucharas, una para coger porciones y la otra para despegarlas de la primera cuchara. Reparte por encima los arándanos rojos reservados. Así los muffins quedarán más bonitos.
  10. Hornéalos en el centro del horno precalentado 210 ºC. Tras 5 minutos, baja la temperatura a 180 ºC sin abrir el horno y hornéalos entre 18 y 20 minutos más. Para saber si están hechos se pueden pinchar con un palillo en el centro. El palillo debe salir limpio.
  11. Tras sacarlos del horno, deja que se enfríen sobre una rejilla 10-15 minutos antes de desmoldarlos.
  12. Mientras tanto, prepara el glaseado mezclando en un cuenco pequeño el azúcar glas con el zumo de naranja dando vueltas con una cuchara. El resultado debe ser una pasta muy espesa que se deslizará lentamente de la cuchara cuando la inclines. Si no es así, añade más azúcar glas o unas gotitas más de zumo para obtener la textura deseada.
  13. Coloca los muffins desmoldados cobre una rejilla con papel de aluminio o servilletas de papel debajo de ella para recojan los restos de glaseado. Vierte el glaseado sobre los muffins con una cuchara.
  14. Deja que el glaseado se solidifique antes de consumirlos.
¡Y a disfrutarlos!


viernes, 6 de febrero de 2015

Pollo Asado con Leche de Coco



Esta es una receta de pollo al horno que se marina en una mezcla de leche de coco, lima, especias y hierbas aromáticas y después se hornea junto a la marinada. La marinada contribuye a que se forme una deliciosa salsa :-)

Es perfecto como segundo plato o plato principal de una comida o cena. También es una buena idea para una ocasión con invitados, celebraciones o fiestas como nochebuena, navidad, nochevieja, año nuevo, etc., ya que puedes marinarlo la noche antes y después sólo tienes que meterlo al horno. Además, durante el tiempo que el pollo está en el horno no es necesario prestarle mucha atención y se puede aprovechar para preparar los entrantes o preparar la mesa.


Sobre los ingredientes...


Para hacer esta receta se usan trozos de pollo con hueso. Pueden ser muslos, contramuslos o alas.

Para hacer la marinada para el pollo se necesita leche de coco, zumo de lima, azúcar moreno para contrarrestar la acidez de la lima, ajo, jengibre seco, albahaca seca, sal y pimienta negra.

La leche de coco es un ingrediente muy utilizado en la cocina del Caribe (Colombia, Panamá, Venezuela, Puerto Rico, Ecuador, República Dominicana) y la cocina de Asia (Malasia, Indonesia, Filipinas...).

Se suele encontrar en los supermercados envasada en latas. No hay que confundirla con el jugo o agua de coco, que es el líquido que se encuentra en la cavidad interna de los cocos.

La leche de coco está hecha con agua y coco rallado. Tiene una textura espesa, densa y muy cremosa. Va muy bien con los currys, ya que da suavidad y contrasta con el sabor más fuerte de las mezclas de especias que llevan. En los currys más picantes, la leche de coco ayuda a suavizar el sabor demasiado picante.

Es importante agitar bien la lata antes de abrirla ya que la leche de coco tiende a separarse quedando en el fondo de la lata la parte más densa.

Marinada de leche de coco y lima

Sobre la forma de preparar el pollo...


Esta receta es muy fácil de hacer. 

Tan sólo hay que preparar la marinada (mezclando los ingredientes en un recipiente), impregnar bien el pollo  y dejarlo reposar unas horas en la nevera cubierto con film transparente o plástico de cocina. Puedes colocarlo en la misma bandeja en la que lo vas a hornear.

Lo mejor es marinarlo la noche anterior al día en el que se va a cocinar, pero puede ser suficiente con 3 horas.

Una vez marinado, se mete en el horno precalentado a 225 ºC y no es necesario hacer nada más hasta que el pollo esté hecho. 

Esto ocurrirá unos 45 minutos después. El tiempo exacto dependerá del horno, ya que no todos funcionan igual, y del tamaño de los trozos de pollo (mayor tamaño requerirá más tiempo). Si los trozos son muy grandes, se pueden requerir 50 o 55 minutos.

No es estrictamente necesario marinar el pollo previamente al horneado. Se podría hornear sin esperar este tiempo. Sin embargo, estará más sabroso y más tierno si se marina con anterioridad.

Sobre su conservación...


Esta receta está mucho más rica cuando se consume recién hecha, ya que la carne de pollo que lleva hueso, cuando se recalienta, no queda igual que cuando se acaba de hacer.

Sin embargo, al tener gran cantidad de salsa, permite el recalentado en el microondas o en una cazuela sin que quede muy seco. El resultado no será igual que cuando está recién cocinado, pero será aceptable si se calienta lentamente y durante el tiempo suficiente para que la carne se caliente, no sólo por fuera, sino también en el interior.


Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gusta el pollo? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Recetas de Pollo.

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Pollo Asado con Lima,
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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:


En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
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Pollo Asado con Leche de Coco

Esta es una receta de pollo que se marina en una mezcla de leche de coco, lima y especias y después se hornea junto a la marinada. La marinada contribuye a que se forme una deliciosa salsa.

INGREDIENTES:
  • 6 cucharadas de leche de coco
  • 2 cucharadas de zumo de lima
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 3/4 de cucharadita de jengibre seco molido
  • 1 diente de ajo machacado
  • 1 cucharadita de albahaca seca
  • 1 cucharadita de sal (o bien, sal al gusto)
  • 1 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1,5 Kg de pollo (trozos con hueso como muslos, contramuslos, etc.)


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Pon en un cuenco mediano la leche de coco, el zumo de lima, el azúcar moreno, el jengibre seco, el diente de ajo machacado, la albahaca seca, la sal y la pimienta negra. Mezcla todo bien dando vueltas con una cuchara. En el vídeo puedes ver imágenes del aspecto que debe tener.

  2. NOTA: Para calcular la cantidad de sal necesaria, se puede añadir sal a los trozos de pollo de lugar de ponerla en la marinada.

  3. Pon el pollo en una fuente amplia y añade la mezcla de leche de coco. Mézclalo bien asegurándote de que todos los trozos de pollo se impregnan de la leche de coco. Cúbrelo con film transparente y déjalo en la nevera durante 3 horas o bien toda la noche.

  4. NOTA: Si no tienes tiempo, puedes saltarte este paso y meter el pollo directamente al horno sin marinar. Sin embargo, tras marinarlo tendrá más sabor. Por eso es recomendable hacerlo.

  5. Pon el pollo junto con la marinada en una bandeja para horno. Ásalo en el horno precalentado a 225 ºC durante unos 45 minutos o bien hasta que el pollo esté hecho.
  6. Tras sacarlo del horno, tapa la bandeja con papel de aluminio hasta el momento de servir  para evitar que se seque.
¡Y a disfrutarlo!