sábado, 29 de noviembre de 2014

Ensalada de Pepino, Pera, Pistachos, Arándanos Rojos Secos y Queso Azul



Esta ensalada en una mezcla de una ensalada veraniega y refrescante a base de pepino, con ingredientes más propios del otoño como las peras, los arándanos rojos secos, los pistachos y el queso azul. Tiene una mezcla de colores preciosa, que hace que sea muy apetecible, y al mismo tiempo tiene una mezcla de sabores y texturas que la hacen riquísima.

Es perfecta como entrante en una comida o como acompañamiento de un plato principal. También puede ser el plato único de una cena ligera.


Sobre los ingredientes...

El ingrediente principal de la ensalada es el pepino.  El pepino tiene un alto porcentaje de agua, lo que hace que tenga muy pocas calorías. También tiene propiedades diuréticas y desintoxicantes.

Además de pepino, esta ensalada lleva cebolla morada o roja, pera, pistachos, queso azul y arándanos rojos secos. El aliño o aderezo se prepara simplemente con aceite de oliva virgen y vinagre de vino tinto.

El queso azul es un tipo de queso que se caracteriza porque contiene mohos del tipo Penicillium (son los mohos de los que se extrae la penicilina). Estos mohos son los que aportan el característico color verde-azulado-grisáceo. Tiene un sabor fuerte, algo picante, y olor también fuerte. La textura suele ser suave, fácil de untar. Hay diferentes quesos que pertenecen a la categoría de "queso azul". Algunos tienen denominación de origen protegida como el Cabrales, el Roquefort, el Stilton, el Gongonzola, el Bleu d'Auvergne y el Bleu de Bresse. Entre los quesos azules también hay que destacar el queso de Valdeón.

Pistachos
Los pistachos son frutos secos originarios de Oriente Medio (Irán, Pakistán, Afganistán, Turquía, Siria...) y siempre han sido un manjar en esta región.

En Persia (actual Irán), tener árboles de pistachos significaba riqueza y alto estatus. Cuenta la leyenda que los pistachos eran uno de los alimentos favoritos de la reina de Saba.

Hoy en día la producción se ha extendido por el mundo. El principal productor es Irán, pero también hay una alta producción en Estados Unidos (California, Nuevo Mexico y Arizona). Hay plantaciones incluso en Australia.



Arándanos Rojos Secos

Los arándanos rojos (cranberries) son unas bayas originarias de américa del norte. Son pequeñas, con forma ovalada, duras, y de color rojo intenso. Cuando se comen crudas y frescas son muy ácidas.

Los indios americanos usaban esta bayas como alimento y también como medicina, ya que tienen un alto contenido de vitamina C y también contienen muchos antioxidantes. Los marineros y los colonos americanos las usaban para prevenir el escorbuto, enfermedad que aparece cuando hay carencia de vitamina C.

Nunca se comen frescos y crudos. Se toman secos (como las uvas pasas) o bien se cocinan, ya que se necesita añadir azúcar para contrarrestar su sabor ácido. Normalmente se usan en postres, bizcochos, muffins o magdalenas, tartas, galletas, pasteles, etc. Pero también se usan para hacer compotas, mermeladas, confituras y salsas para platos salados como por ejemplo asados. Su sabor afrutado se acentúa cuando se mezclan con ingredientes dulces y cuando se combinan con otras frutas como manzanas, peras y naranjas.


Sobre la forma de prepararla...


Es muy fácil de preparar.

En primer lugar hay que lavar muy bien los pepinos y cortarlos en rodajas tan finas como sea posible, casi transparentes.

Cuanto más finas sean las rodajas, más sabor tendrá la ensalada, ya que estarán más impregnadas del aliño.

Los pepinos, una vez cortados en rodajas, hay que ponerlos en un escurridor con sal. La sal hace que suelten parte del agua que contienen. Si no se hiciera así, soltarían el agua al entrar en contacto con el aliño de la ensalada, entonces quedaría demasiado líquido y perdería sabor.

Una vez que suelten el agua, no es necesario lavarlos para eliminar los restos de sal, ya que el aderezo de la ensalada no lleva sal. Sí que es bueno escurrirlos muy bien y secarlos con papel de cocina para terminar de eliminar el exceso de agua.

Después de esto ya sólo hay que trocear y añadir el resto de ingredientes.

El aderezo o aliño es muy fácil de preparar. Tan sólo hay que emulsionar el aceite y el vinagre antes de añadir la mezcla a la ensalada.

Esto se consigue poniendo el aceite y vinagre en un cuenco pequeño y dando vueltas rápidamente con una cuchara, o bien, poniéndolos en un bote con tapa y agitándolo enérgicamente.


Sobre su conservación...

Una vez hecha, esta ensalada no se conserva muy bien ya que, las peras son muy delicadas y se ponen marrones con el tiempo y los pistachos, en contacto con el aderezo de la ensalada, se reblandecen y pierden su textura crujiente. Por tanto, es mejor consumirla recién hecha.

Si quieres prepararla con antelación, añade todo a la ensalada excepto las peras y los pistachos y guárdala en la nevera. Añade las peras y los pistachos justo antes de servir. Recuerda sacarla de la nevera unos 30 minutos antes de servirla para que esté a temperatura ambiente.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:




Ensalada de Pepino, Pera, Pistachos, Arándanos Rojos Secos y Queso Azul

Esta ensalada en una mezcla de una ensalada veraniega y refrescante a base de pepino, con ingredientes más propios del otoño como las peras, los arándanos rojos secos, los pistachos y el queso azul. Tiene una mezcla de colores preciosa, que hace que sea muy apetecible, y al mismo tiempo tiene una mezcla de sabores y texturas que la hacen riquísima.

INGREDIENTES:

  • 2 pepinos
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • 1/4 de cebolla morada o roja
  • 75 g de arándanos rojos secos (cranberries)
  • 2 peras maduras pero firmes al tacto
  • 75 g de queso azul
  • 100 g de pistachos


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Lava muy bien los pepinos y córtalos en rodajas tan finas como te sea posible. Deben ser casi transparentes. Ponlas en un escurridor, añade 1 cucharadita de sal por encima de las rodajas, mézclalas para que todas ellas se impregnen de sal y déjalas reposar para que suelten el agua (al menos 15 minutos).
  2. Mientras tanto, corta la cebolla morada en tiras muy finas y trocea el queso azul en trozos del tamaño de migas.
  3. Pon el aceite de oliva virgen y el vinagre de vino tinto en un cuenco pequeño y emulsiónalos dando vueltas con una cuchara rápidamente.
  4. Corta las peras en 4 cuartos longitudinalmente, Quita la parte central (corazón, semillas...). Corta cada cuarto en 2 octavos y trocéalos longitudinalmente. Puedes ver imágenes en el vídeo.
  5. Pon en una fuente amplia los pepinos, bien escurridos y secados con papel absorbente de cocina. Añade la cebolla morada y la emulsión de aceite de oliva y vinagre. Mézcla todo bien.
  6. Añade las peras troceadas y vuelve a mezclar todo bien. Esta vez hay que mezclar con cuidado para no deshacer o partir los trozos de pera.

  7. NOTA: En este punto, puedes repartir la ensalada en platos individuales o bien ponerla en una fuente de servir.

  8. Continua añadiendo por encima el queso azul troceado, los arándanos secos y los pistachos. Sirve inmediatamente.
¡Y a disfrutarlo!


sábado, 22 de noviembre de 2014

Pollo Asado Marinado en Yogur al Estilo Griego

Pollo Asado Marinado en Yogur al Estilo Griego


Una receta de pollo al horno que se marina en una mezcla de yogur, limón, especias y hierbas aromáticas y se hornea junto a la marinada hasta estar tierno y dorado. La marinada con el calor del horno se convierte en una salsa. ¡El resultado es muy rico y sorprendente! :-)

Esta es una de esas recetas fáciles que, aunque lleva un tiempo largo cocinarlas, llevan poco tiempo en el que de verdad se esté haciendo trabajo, ya que únicamente hay que preparar la marinada y resto del tiempo, mientras se marina y mientras se hornea, no requiere atención.

Es perfecta como segundo plato de una comida o una cena. También cuando hay invitados, ya que podemos aprovechar el tiempo en el que el pollo está en el horno para preparar los entrantes o para poner a punto la mesa. Además, al cocinarse al horno, es muy fácil aumentar el número de raciones que se cocinan si que lleve más tiempo. Sólo necesitarás una bandeja más grande y el tiempo de preparación será el mismo. 

Además, aunque está lleno de sabor, es un plato bajo en grasa y, por tanto, saludable.


Sobre los ingredientes...


Para preparar esta receta se utilizan ingredientes comunes, de los que todo el mundo suele tiene en su cocina, y que se encuentran fácilmente en cualquier tienda de alimentación.

El ingrediente fundamental de la marinada es el yogur natural, al que se añaden aceite de oliva, ralladura y zumo de limón, ajo machacado, orégano seco, perejil fresco, sal y pimienta negra.

El resultado de esta mezcla es una explosión de sabor y un resultado riquísimo.

El yogur natural y el zumo de limón contienen ácidos, que hacen que la carne del pollo se ablande y se ponga tierna. 

Por este motivo, el resultado no sólo será un pollo con un sabor muy rico, sino también con una textura tierna y jugosa.

Aunque pueda parecer buena idea sustituir el yogur normal por yogur griego, en realidad el resultado no sería tan bueno. 

El motivo es que el yogur griego es yogur normal que se filtra para que pierda parte del suero de la leche que contiene. El resultado es un yogur más denso y más cremoso, pero también un yogur menos ácido, ya que con ese suero también se va parte de su acidez.

Esto quiere decir, que nuestro pollo marinado al horno no estará tan tierno como si no hubiéramos marinado con el yogur normal.

Recuerda: Es mejor usar yogur normal que usar yogur griego.


Sobre la forma de prepararlo...


La forma de preparar esta receta es muy fácil y lleva poco trabajo.

En primer lugar se prepara una marinada o adobo. Para preparar la marinada para el pollo, sólo hay que mezclar todos los ingredientes en un cuenco dando vueltas con una cuchara.

Esta marinada se mezcla con el pollo y se deja reposar en la nevera, al menos, media hora. Este es el mínimo tiempo requerido, pero se puede dejar hasta 24 horas. 

Es recomendable hacerlo un día por la noche para cocinar el pollo para comer al día siguiente. O un día por la mañana para cocina el pollo para cenar esa noche. Así dejamos que los ácidos del yogur y del limón ablanden la carne del pollo y el resultado será un pollo más tierno y jugoso.

Pollo Asado Marinado en Yogur al Estilo Griego

Por último, sólo queda hornear el pollo junto a la marinada durante 60 minutos en el horno precalentado a 190ºC.

Pollo Asado Marinado en Yogur al Estilo Griego


El tiempo total que llevará hacer esta receta de pollo al horno será de 15 minutos para la preparación de la marinada, más el tiempo de reposo en la nevera, más 60 minutos de horneado.

Sin embargo, el único trabajo para tí, será preparar la marinada y meter el pollo en el horno. Mientras reposa en la nevera y mientras se asa en el horno, puedes aprovechar para hacer otras cosas, ya que no requerirá tu atención.

Por este motivo, además de fácil, se puede decir que esta receta es muy cómoda de hacer.


Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan las recetas de pollo? Puedes encontrar más en nuestra Página de Recetas de Pollo.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:


En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:




Pollo Asado Marinado en Yogur al Estilo Griego

Una receta de pollo que se marina en una mezcla de yogur, especias y hierbas aromáticas y se hornea junto a la marinada hasta estar tierno y dorado. La marinada con el calor del horno se convierte en una salsa. ¡El resultado es muy rico y sorprendente! :-)

INGREDIENTES:
  • 2 yogures naturales (2 x 125g)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 3 dientes de ajo pequeños machacados
  • 1/2 cucharada de orégano seco
  • La ralladura de 1 limón
  • El zumo de 1/2 limón
  • 1 ramillete de perejil fresco picado
  • Entre 1/2 y 1 cucharadita de sal, o bien, sal al gusto
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • 1,1 Kg de pollo (muslos, contramuslos o ambos)


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Para preparar la marinada, pon en un cuenco el yogur, el aceite de oliva, los dientes de ajo machacados, el orégano, la ralladura de limón, el zumo de limón, la sal, unas vueltas de molinillo de pimienta negra y el perejil fresco picado. Mézclalo bien dado vueltas con una cuchara. Puedes ver en el vídeo el aspecto que tendrá.

  2. NOTA: Si para calcular la cantidad de sal que necesita el pollo es más fácil para ti añadirla a los trozos de pollo en lugar de ponerla en la marinada, siéntete libre de hacerlo así.

  3. Pon el pollo en una bolsa para congelar de las que tienen cierre a presión. Añade la marinada y cierra la bolsa extrayendo la máxima cantidad de aire posible. Con la bolsa cerrada, mezcla bien el pollo con la marinada, masajeando el contenido de la bolsa desde fuera, asegurándote de que todas las piezas se han impregnado bien de la marinada. Pon la bolsa en la nevera y déjala 30 minutos como mínimo (puede ser hasta 24 horas). Pon a precalentar el horno a 190 ºC.

  4. NOTA: Si no dispones de bolsas para congelar, mezcla el pollo con la marinada en una fuente amplia o una ensaladera, cúbrela con plástico de cocina (film transparente) y déjala en la nevera 30 minutos o hasta 24 horas.

  5. Una vez transcurridos los 30 minutos, coloca el pollo junto a la marinada en una bandeja para horno y hornéalo en el horno precalentado a 190 ºC durante 60 minutos o hasta que el pollo esté de un profundo color dorado en la parte superior.
  6. Una vez horneado, saca la bandeja del horno y cúbrela con papel de aluminio mientras se enfría un poco, para evitar que se seque.
¡Y a disfrutarlo!


sábado, 15 de noviembre de 2014

Bizcocho de Limón, Romero Fresco y Yogur




Este es un bizcocho de los que sorprenden por lo rico que está. Tiene un sabor intenso a limón que, combinado con el romero fresco, se convierte en refrescante y aromático. Además, el sabor a limón se ve intensificado con el glaseado de limón con el que se decora el bizcocho. ¡Toda una delicia! :-)

Es perfecto para el desayuno, la merienda o para acompañar un café o un té en cualquier momento del día.


Sobre los ingredientes...

Los ingredientes básicos para preparar este bizcocho son: huevos, harina, levadura de repostería, azúcar, yogur y mantequilla.

El sabor a limón se obtiene del zumo de limón recién exprimido y de la ralladura de la corteza del limón. El toque final lo pone el romero fresco bien picadito y el extracto de vainilla.

Romero Fresco
El romero es una planta aromática originaria de la región mediterránea que se lleva usando en la cocina desde tiempos inmemoriales acompañando sobre todo asados de carnes pero también pescados y vegetales. Un ejemplo del uso del romero en asados de carnes es nuestra receta de pollo asado con mostaza, miel y romero fresco. Un ejemplo en pescados es nuestra receta de salmón con salsa balsámica de romero.

El romero también se usa para aromatizar aceites incorporando una ramita fresca en el envase donde se conservan. En la región española de Castilla-La Mancha es habitual encontrarlo cubriendo quesos curados (Queso Manchego al Romero).

Se puede usar tanto fresco como seco. En esta receta debe emplearse romero fresco. No puede sustituirse por romero seco puesto que tiene un sabor mucho más fuerte y no se conseguiría el resultado deseado.

Para hacer el glaseado se usa azúcar glas mezclada con zumo de limón, para intensificar el sabor a limón del bizcocho. El azúcar glas también se conoce como azúcar glasé, azúcar glacé, azúcar glass, azúcar flor, azúcar lustre, azúcar impalpable, azúcar pulverizada, nevazúcar o azúcar en polvo. Se trata de azúcar molida muy fina con textura de polvo.

Sobre la forma de prepararlo...

La forma de preparar este bizcocho es muy fácil.

Para prepararlo se necesita una batidora eléctrica con el accesorio de varillas, ya que hay que batir la mantequilla a punto de crema y después hay que añadir los huevos uno a uno y dejar una mezcla muy espumosa. Esto es complicado de hacer manualmente.

La batidora eléctrica también hará que la pasta coja más aire y el bizcocho esté más esponjoso.

El glaseado se prepara mezclando el azúcar glas con el zumo de limón hasta conseguir una pasta espesa.

Se puede ajustar la cantidad de zumo para que quede más o menos espeso.

Hay que verterlo sobre el bizcocho cuando todavía está caliente y dejar que se solidifique antes de consumir el bizcocho.

Sobre su conservación...

Este bizcocho dura unos 3 días en buenas condiciones si se cubre bien para que no se seque.

También puede congelarse envuelto en papel de aluminio, entero, o bien, cortado en rebanadas individuales.


Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

¿Te gustan los bizcochos? Puedes encontrar más recetas en nuestra Página de Bizcochos.

Si te gusta esta receta, también te gustarán éstas:

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:

- Minimal Illusions
- Winds Of Inspiration




Bizcocho de Limón, Romero Fresco y Yogur

Este es un bizcocho de los que sorprenden por lo rico que está. Tiene un sabor intenso a limón que, combinado con el romero fresco, se convierte en refrescante y aromático. Además, el sabor a limón se ve intensificado con el glaseado de limón con el que se decora el bizcocho. ¡Toda una delicia! :-) Es perfecto para el desayuno, la merienda o para acompañar un café o un té en cualquier momento del día.

INGREDIENTES:

Para el bizcocho:
  • 195 g de harina
  • 2 cucharaditas de levadura química de repostería (Royal)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de romero fresco picado fino
  • 170 g de mantequilla ablandada a temperatura ambiente
  • 200 g de azúcar
  • La ralladura de un limón
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 3 huevos a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 yogur natural (125 g)

Para el glaseado:
  • 40 gramos de azúcar glas
  • 1 cucharada de zumo de limón


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Precalienta el horno a 180 ºC y unta de mantequilla un molde rectangular de unos 26 x 11 cm o medidas similares (24 x 13, etc.).
  2. Pon en una fuente amplia la harina, la levadura de repostería, la sal y el romero fresco picado fino. Mézclalo bien dando vueltas con la cuchara.
  3. Pon en otra fuente amplia la mantequilla ablandada a temperatura ambiente. Bátela con una batidora eléctrica con el accesorio de varillas hasta que tenga la textura de una crema o pomada. Comienza batiendo a velocidad lenta para evitar salpicaduras.
  4. Añade el azúcar y bate de nuevo, comenzando a velocidad lenta, hasta que se incorpore a la mezcla.
  5. Añade la ralladura de limón, el extracto de vanilla y un huevo. Bate muy bien (puedes aumentar la velocidad) hasta que se incorporen a la mezcla. Añade el segundo huevo y bate de nuevo a velocidad rápida hasta que se incorpore a la mezcla y la mezcla comience a estar espumosa. Repite la operación con el tercer huevo.
  6. Añade el zumo de limón y el yogur y bate de nuevo hasta que se incorporen a la mezcla. En este punto puede parecer que la mezcla se ha cortado, pero no es así.
  7. Añade la mezcla de harina y bate de nuevo a velocidad lenta (para evitar salpicaduras), hasta que se incorpora a la mezcla y no hay grumos.
  8. Pon la pasta en el molde untado de mantequilla y hornéalo durante unos 50 minutos hasta que esté dorado y al pinchar un palillo en el centro, el palillo salga limpio.
  9. Tras sacarlo del horno, deja que se enfríe sobre una rejilla dentro del molde durante 10 - 15 minutos.
  10. Mientras tanto prepara el glaseado mezclando en un cuenco pequeño el azúcar glas y el zumo de limón. Debes obtener una mezcla muy espesa. Puedes ajustar la densidad añadiendo más zumo de limón, para que sea más líquida, o bien, más azúcar glas para que sea más densa.
  11. Desmolda el bizcocho, ponlo sobre una rejilla y vierte el glaseado por encima mientras el bizcocho está todavía caliente. Para evitar manchar la encimera, puedes poner papel de aluminio, papel de cocina o servilletas de papel debajo de la rejilla, para que recojan los restos del glaseado que puedan caer.
  12. Deja que el bizcocho se enfríe por completo y el glaseado se solidifique por completo antes de consumirlo.
¡Y a disfrutarlo!


sábado, 8 de noviembre de 2014

Quiche de Alcachofas y Queso Gruyère



Un quiche es un tarta salada de origen francés. Se suelen elaborar con una base de masa quebrada y un relleno de verduras mezcladas con huevo y nata. A veces también llevan otras cosas además de verdura como, por ejemplo, bacon (panceta) o jamón. El bacon es ingrediente estrella del quiche más famoso: el quiche lorrain, originario de la región francesa de Lorena y el primero del que se conocen referencias (las primeras, en el siglo XVII).

En el quiche de esta receta, la verdura protagonista son las alcachofas, que van a acompañadas de queso gruyère. Una combinación muy rica que, además, para los niños puede ser una forma divertida de comer verdura.

La base de esta tarta salada es un mezcla entre una masa quebrada y una masa de hojaldre. Es muy crujiente, pero no tan arenosa como la masa quebrada. Es más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada y está muy rica.

Aunque merece la pena prepararla en casa y, además, es muy fácil de hacer, si no quieres complicarte mucho o no tienes tiempo para prepararla, puedes sustituirla por una masa de hojaldre de las que se comercializan ya estiradas.

Este quiche se puede comer a temperatura ambiente, pero está mucho más rico cuando está caliente o tibio. Es perfecto como entrante de una comida o como uno de los platos de una comida o cena a base de tapas para compartir entre varias personas. También puede ser un plato único de una comida o una cena ligera si se acompaña de una ensalada.


Sobre los ingredientes...

La base de la tarta se hace con harina, sal, mantequilla, zumo de limón, nata agria y agua. El relleno se prepara simplemente con alcahofas en lata, queso gruyere, nata líquida y huevos.

El queso gruyère o gruyer es un queso suizo originario del distrito de Gruyère, dentro del cantón de Friburgo. Es un queso suave de leche de vaca. Tiene una corteza de color entre dorado y marrón. El interior es de color amarillo claro y se corta fácilmente.

La nata agria o crema agria también se conoce como sour cream, en inglés. Se trata de nata acidificada con bacterias de la leche que generan ácido láctico. Es espesa y cremosa y tiene un sabor agrio que recuerda al yogur, a la mantequilla y a las nueces. La versión francesa de la "sour cream" es la crème fraîche, La principal diferencia entre ellas es que la crème fraîche tiene un mayor contenido en grasas (30 - 35%) y un menor contenido de proteínas. En esta receta podemos utilizar cualquiera de las dos.

Si no las encuentras en tu supermercado (en la sección de productos refrigerados), puedes preparar algo muy parecido fácilmente en casa. Para ello añade una cucharada de yogur a 250 ml de nata líquida (de montar). Mézclalo, tápalo con plástico o film transparente de cocina y deja que repose a temperatura ambiente (entre 21 y 24 ºC) durante al menos 24 horas. Tras ese tiempo, espesará y tendrá una textura similar a la de la mayonesa o un yogur muy espeso. Su sabor se habrá acidificado. Cuando tenga la textura correcta (si no la tiene tras 24 horas, déjala unas horas más), guárdala en la nevera. Una vez en la nevera espesará un poco más. Aguantará refrigerada entre 7 y 10 días.


Sobre la forma de prepararlo...

La preparación es muy sencilla. Sólo hay que estirar con el rodillo la masa para la base de la tarta y forrar el molde. Después se pone el relleno y se hornea.

El relleno se hace salteando las alcachofas y mezclándolas con el queso rallado, la nata y los huevos batidos.

Para preparar la masa no necesitas utensilios especiales. El truco es que los ingredientes estén muy fríos. Es necesario tener la harina en el congelador durante media hora. Después, hay que añadir la mantequilla muy fría cortada en dados y hacer que se integre la harina cortándola en trocitos con uno o dos cuchillos. Hay que conseguir tener algo parecido a pan rallado muy grueso. Por ultimo, se añade una mezcla de zumo de limón, nata agria y agua y se mezcla hasta forma un bola. Esta bola debe guardarse en la nevera durante 30 minutos envuelta en plástico de cocina (film transparente). Después ya sólo queda estirarla con el rodillo.

Lo bueno de esta masa, además de que está muy rica, es que es mucho más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada. La masa quebrada, tras sacarla de la nevera puede estar demasiado dura para estirarla y puede ser necesario esperar a que aumente un poco su temperatura para que se estire más fácilmente. Sin embargo, si su temperatura sube mucho, se puede pegar a la superficie de trabajo. Esto no ocurre con la masa de esta receta, que se puede estirar mucho más fácilmente desde el momento en que se saca de la nevera.

Otra ventaja de esta masa sobre la masa quebrada es que es más elástica y no se rompe tan fácilmente.

A la hora de hornear el quiche, es importante colocarlo en el tercio inferior del horno. Esto hará que la masa se cocine bien por la base y evitará que la superficie del quiche se dore demasiado.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:

En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:
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Quiche de Alcachofas y Queso Gruyère

Un quiche es un tarta salada de origen francés. Se suelen elaborar con una base de masa quebrada y un relleno de verduras mezcladas con huevo y nata. A veces también llevan otras cosas además de verdura como, por ejemplo, bacon (panceta) o jamón. El bacon es ingrediente estrella del quiche más famoso: el quiche lorrain, originario de la región francesa de Lorena y el primero del que se conocen referencias (las primeras, en el siglo XVII). En el quiche de esta receta, la verdura protagonista son las alcachofas, que van a acompañadas de queso gruyère. Una combinación muy rica que, además, para los niños puede ser una forma divertida de comer verdura. La base de esta tarta salada es un mezcla entre una masa quebrada y una masa de hojaldre. Es muy crujiente, pero no tan arenosa como la masa quebrada. Es más fácil de estirar con el rodillo que una masa quebrada y está muy rica. Aunque merece la pena prepararla en casa y, además, es muy fácil de hacer, si no quieres complicarte mucho o no tienes tiempo para prepararla, puedes sustituirla por una masa de hojaldre de las que se comercializan ya estiradas.

INGREDIENTES:

Para la base:
  • 165 g de harina
  • ¼ de cucharadita de sal
  • 115 g de mantequilla
  • 4 cucharadas de nata agria (sour cream o crème fraîche)
  • 2 cucharaditas de zumo de limón recién exprimido
  • 4 cucharadas de agua fría (puedes añadir 1 o 2 más si es necesario)

Para el relleno:
  • 1 lata de corazones de alcachofa (peso escurrido: 250 g)
  • 200 g de queso gruyère
  • 1 cucharada de aceite de oliva *
  • 200 ml de nata líquida
  • 3 huevos

*) Puedes sustituir el aceite de oliva por mantequilla si te gusta más su sabor.


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
    En primer lugar preparamos la pasta para la base de la tarta...

  1. Pon en una fuente amplia la harina y métela en el congelador durante 30 minutos.
  2. Mientras tanto, pon en un cuenco pequeño el zumo de limón, la nata agria y el agua. Mézclalo bien dando vueltas con una cuchara hasta tener una mezcla homogénea. Ponlo en la nevera hasta el momento de usarlo.
  3. Corta la mantequilla en dados y ponla de nuevo en la nevera hasta el momento de usarla.
  4. Tras los 30 minutos, saca la harina del congelador. Añade la sal y mézclala con la harina dando vueltas con una cuchara. Añade la mantequilla cortada en dados, mézclala con la harina y córtala en trocitos ayudándote de uno o dos cuchillos hasta conseguir que la mezcla tenga la consistencia de pan rallado muy grueso (puedes ver imágenes en el vídeo).
  5. Añade la mezcla de zumo de limón, nata agria y agua. Mézclalo con una cuchara hasta que se forme una pasta muy espesa que se una formando una bola. Si queda demasiado seca y no consigues que se una, puedes añadir una o dos cucharadas más de agua (de una en una según se necesite).
  6. Envuelve la bola en plástico de cocina o film transparente y déjala en la nevera durante al menos 30 minutos.

  7. NOTA: También puedes prepararla hasta este punto el día anterior al que vayas a hacer la tarta.

    Continuamos preparando el relleno...

  8. Abre la lata de alcachofas, desecha el líquido que contienen y déjalas en agua unos minutos.
  9. Mientras tanto ralla el queso gruyere. No es necesario que lo ralles con la parte fina del rallador, puede ser con la parte gruesa.
  10. Escurre las alcachofas y córtalas en cuartos. Pon una sartén al fuego con una cucharada de aceite de oliva y cocina las alcachofas a fuego medio-fuerte dando vueltas con una cuchara de vez en cuando hasta que estén ligeramente doradas. Retíralas del fuego y deja que se enfríen.
  11. Añade a las alcachofas la nata líquida, los huevos batidos y el queso rallado. Mézclalo bien.

  12. Finalmente, montamos el quiche y horneamos

  13. Precalienta el horno a 180 ºC. Unta con mantequilla un molde redondo acanalado de 24 cm con base desmontable.
  14. Pon la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Estírala con el rodillo enharinado hasta tener un círculo de 30 cm de diámetro. Para conseguir que la masa tenga un grosor uniforme, pasa el rodillo desde el centro hasta los extremos. Para evitar que se pegue a la superficie de trabajo, gírala 90 grados cada cierto tiempo y pon más harina en la superficie (y en el rodillo) si es necesario.
  15. Una vez estirada, enróllala sobre el rodillo sin presionar para trasportarla hasta el molde. Estírala sobre el molde. Presiona la masa contra la base con las manos para que se adhiera. Después presiónala contra las paredes. Empuja hacia abajo la masa que sobresale por encima para que quede a la misma altura que la pared del molde. Si sobresale demasiado puedes cortar el exceso con un cuchillo. Puedes ver imágenes en el vídeo.
  16. Pon el molde sobre una bandeja de hornear y añade la mezcla de alcachofas y queso. La bandeja recogerá cualquier resto de mantequilla que se desprenda durante el horneado. Lo mejor es que forres la bandeja con papel de aluminio para evitar que la bandeja se ensucie.
  17. Hornea el quiche en el horno precalentado a 180 ºC durante 40 minutos o hasta que esté de un profundo color dorado. Coloca la bandeja en el tercio inferior del horno para evitar que la superficie del quiche se dore demasiado y para que la masa de la base no quede poco hecha.
  18. Tras sacarlo del horno deja que se enfríe sobre la bandeja antes de desmoldarlo. Se sirve caliente o tibio.
¡Y a disfrutarlo!


domingo, 2 de noviembre de 2014

Crema de Zanahoria, Jengibre, Curry y Leche de Coco

Crema de Zanahoria, Jengibre, Curry y Leche de Coco



Esta es una sopa vegana de inspiración tailandesa con una textura densa pero al mismo tiempo suave y muy cremosa. Tiene un sabor exótico que combina el toque dulce de las zanahorias con la mezcla ligeramente picante de jengibre y curry y con la suavidad de la leche de coco. ¡Está riquísima! :-)

Sienta fenomenal como primer plato de una comida o cena de otoño o de invierno, en esos días fríos en los que se agradece tomar algo caliente.


Sobre los ingredientes...



Esta crema se prepara con pocos ingredientes. Sólo son necesarios aceite de oliva, cebolla, jengibre fresco, curry en polvo, leche de coco y caldo vegetal, además del ingrediente principal, que son las zanahorias.

El caldo vegetal se puede sustituir por agua y pastillas de caldo concentrado.

Jengibre Fresco
Jengibre Fresco
El jengibre es una planta cuyo tallo subterráneo o rizoma se usa mucho en la cocina oriental.

Crece en regiones tropicales, tiene un aroma muy apreciado y un sabor fuerte ligeramente picante.

En la cocina occidental, en lugar de fresco, se suele emplear seco y en polvo en diferentes recetas de dulces para aromatizar.

En esta receta, el jengibre se emplea fresco.



Lata de Leche de Coco
Lata de Leche de Coco

La leche de coco es un ingrediente muy utilizado en la cocina del Caribe (Colombia, Panamá, Venezuela, Puerto Rico, Ecuador, República Dominicana) y la cocina de Asia (Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas...).

Se suele encontrar en los supermercados envasada en latas. No hay que confundirla con el jugo o agua de coco, que es el líquido que se encuentra en la cavidad interna de los cocos.

La leche de coco está hecha con agua y coco rallado. Tiene una textura espesa, densa y muy cremosa. Va muy bien con los currys, ya que da suavidad y contrasta con el sabor más fuerte de las mezclas de especias que llevan. En los currys más picantes, la leche de coco ayuda a suavizar el sabor demasiado picante.



Curry en Polvo
Curry en Polvo

El curry en polvo es una mezcla de especias típica de la India.

Suele llevar en diferentes proporciones especias como cúrcuma, comino, coriandro (raíz del cilantro), jengibre, fenogreco o alholva, canela, pimienta, clavo, pimentón, ajo, etc.

Aunque, en la India hay diferentes tipos de mezclas que varían la proporción de especias y, por tanto, tienen sabores muy diferentes, en Europa y América, el curry en polvo que se suele encontrar en los supermercados tiene un sabor muy "estándar" que varía relativamente poco de unas marcas a otras.

Aún así, merece la pena comprar una marca de buena calidad, ya que sí se nota la diferencia entre las marcas más baratas y las de mejor calidad.



Sobre la forma de prepararla...



Esta receta es muy fácil de preparar y no da mucho trabajo, ya que la mayor parte del tiempo la lleva la cocción, que no requiere atención.

Tan sólo hay que cocinar la cebolla en aceite de oliva, añadir el jengibre, el curry en polvo, las zanahorias, la leche de coco y el caldo y cocer a fuego lento 30 minutos.

Tras pasar la batidora para triturarlo y rectificar de sal estará listo para tomar.




Sobre su conservación... 



Como suele ser habitual con las sopas y cremas de verduras, esta crema de zanahoria se conserva perfectamente durante varios días (4-5) en la nevera.

Se puede calentar en el microondas y volver a disfrutarla como si estuviera recién hecha.

Aquí os dejo la receta. ¡Espero que la disfrutéis! :-)






¿Te gustan las sopas y cremas? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de Recetas de Sopas y Cremas.

¿Te gusta la leche de coco? Puedes encontrar más recetas en nuestra página de Recetas con Leche de Coco.

¿Te ha sobrado jengibre? Mira como puedes utilizarlo en nuestra página de Recetas con Jengibre.

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VÍDEO DE LA RECETA, INGREDIENTES E INSTRUCCIONES PASO A PASO:



En el siguiente vídeo en alta definición puedes ver las instrucciones de la receta paso a paso con imágenes. La música de este vídeo es Royalty Free y está disponible aquí:




Crema de Zanahoria, Jengibre, Curry y Leche de Coco

Esta es una sopa de inspiración tailandesa con una textura densa pero al mismo tiempo suave y muy cremosa. Tiene un sabor exótico que combina el toque dulce de las zanahorias con la mezcla ligeramente picante de jengibre y curry y con la suavidad de la leche de coco. ¡Está riquísima! :-) Es una receta vegana y sienta fenomenal como primer plato de una comida o cena de otoño o de invierno, en esos días fríos en los que se agradece tomar algo caliente.

INGREDIENTES:

  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cebolla
  • Un trozo de 3-5 cm de jengibre fresco
  • 1 cucharada de curry en polvo
  • 700-800 g de zanahorias
  • 1 lata de leche de coco (425 g)
  • 750 ml de caldo vegetal (o bien, 750 ml de agua y 1 y 1/2 pastillas de caldo concentrado)
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra al gusto


INSTRUCCIONES DE LA RECETA:
  1. Trocea la cebolla. Quita la piel a las zanahorias y córtalas en rodajas.
  2. Pon una cucharada de aceite de oliva en una cazuela o una olla grande a fuego medio. Cocina la cebolla dando vueltas de vez en cuando con una cuchara hasta que esté blanda y comience a dorarse (aproximadamente 8-10 minutos).  Mientras tanto, puedes aprovechar para quitar la piel al jengibre y trocearlo.
  3. Añade el jengibre y el curry en polvo y cocina un minuto más dando vueltas frecuentemente con una cuchara.
  4. Añade las zanahorias y cocínalas durante unos minutos dando vueltas de vez en cuando hasta que comiencen a ablandarse un poco.
  5. Añade la leche de coco y el caldo vegetal (o bien, la misma cantidad de agua y una y media pastillas de caldo) y salpimienta a tu gusto.
  6. Llévalo a ebullición, baja el fuego y déjalo cocer 25 -30 minutos a fuego lento con la tapa puesta (hasta que las zanahorias estén blandas).
  7. Retíralo del fuego y tritúralo con la batidora hasta obtener un puré de textura muy fina. Rectifica la sal si lo consideras necesario.
Puedes servir la crema adornada con unas hojas de cilantro fresco. ¡Y a disfrutarla!